Estudiante testifica como policías lo secuestraron y asesinaron a sus amigos (Video)

El rostro de Óscar González (15) no es el de un adolescente convencional y esto no se debe a la mejilla hinchada que tiene por el balazo que recibió hace, exactamente, 10 días. Su mirada es triste, taciturna. Tiene miedo porque acusó a cuatro policías municipales de Diego Ibarra de haberlo herido a él y a Johan Chirinos (25) y de haber asesinado a Yender Graterol, de 16 años de edad, estudiante de la Misión Ribas y barbero.

Asegura que sus presuntos captores están libres. Óscar reveló a Contrapunto los detalles del suceso ocurrido el pasado viernes 20 de febrero. Él, junto a sus otros dos amigos, hacían ejercicios al mediodía en su casa, ubicada en la parroquia Aguas Calientes del municipio Diego Ibarra de Carabobo. Los tres decidieron continuar la rutina deportiva en un parque cercano, en donde hay máquinas para tonificar y quemar calorías.

Justo antes de llegar al parque, una camioneta negra se detuvo cerca de ellos. De allí se bajaron dos funcionarios policiales – Víctor Narváez y Hermes Castillo, de acuerdo al relato del joven sobreviviente – que los revisaron contra la pared y que, al corroborar que ninguno llevaba cédula de identidad, los aprehendieron y subieron al vehículo.

Tras la detención, los policías municipales les pidieron dinero para su liberación. Insistieron en que llamaran a sus padres para exigirles 100.000 bolívares a fin de dejarlos libres. Los jóvenes se negaron.

Pocos metros después, la camioneta se paró. Allí la abordó otro funcionario, de nombre Orlando Villarroel, quien conocía a uno de los adolescentes. «A este no le pidan plata», dijo tras señalar a Yender. De acuerdo a la versión de Óscar, su amigo y el policía se conocían a raíz de una serie de discusiones que el uniformado había tenido con su hermana. También le había quitado dos celulares que «no eran legales».

Villarroel, aseguró Óscar, los golpeó y ordenó que se llevaran a los jóvenes a una zona boscosa del área de Covenal, en Mariara. Hasta allí arribó otra camioneta, con dos policías más – uno de ellos es, según Óscar, Cruz Cebilla – quienes le entregaron a Villarroel un arma distinta a la que portaba. A los detenidos los arrodillaron y les dispararon en la cabeza. Los victimarios huyeron al creer que los habían asesinado. Sin embargo, Óscar y Johan, a pesar de los balazos recibidos, quedaron vivos y pudieron pedir ayuda luego de caminar durante horas.

Óscar comentó que su familia ha sufrido las consecuencias de sus acusaciones. Afirmó que dos vehículos, una camioneta negra y un sedán blanco, ambos sin placas, han perseguido a su hermana.

«Me han dicho que anda dando vueltas por la casa. No puedo estar en mi casa», afirmó el estudiante de cuarto año de bachillerato.

El joven admite tener miedo por la situación en la que se ha visto envuelto. Dijo que, incluso si detienen a los policías, teme que estos envíen emisarios para asesinarlo.

Medida especial

Contrapunto contactó a uno de los oficiales implicados para aclarar su situación legal. Víctor Narváez indicó que tanto él como Castillo y Cebilla están bajo averiguaciones y no han sido imputados por el Ministerio Público. Se mantienen acuartelados debido a la aplicación de una medida especial, dirigida a procesar funcionarios públicos.

Villarroel, sin embargo, no está en la misma situación. Él se encarga de hacer sus guardias regulares ante la sede local del Ministerio Público y no ha tenido que acudir al comando.

DC | Contrapunto

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