La OMS proyecta que para el año 2020, por el alarmante crecimiento de las tasas de obesidad, los países con mayor obesidad en el mundo serán latinoamericanos: Venezuela, Guatemala, Uruguay, Costa Rica, República Dominicana y México. Por ahora, Venezuela es el vigésimo cuarto país donde hay “más gordos del planeta”, al ubicar en 65% a nuestra población mayor de 15 años con sobrepeso. Se estima que para el 2015 haya aproximadamente 2 mil 300 millones de adultos con sobrepeso y más de 700 millones con obesidad en el mundo.
Los niños con sobrepeso tienden a ser obesos cuando llegan a la edad adulta, teniendo más probabilidades de padecer diabetes y enfermedades cardiovasculares, en edades más tempranas. En Venezuela, el 6,5% de la población infantil sufre de obesidad.
Para el Doctor Guillermo Borjas, cirujano bariátrico del Centro Clínico La Sagrada Familia, la obesidad es una pandemia a escala mundial. “EEUU y México son los países de mayor índice de obesos en América. Venezuela no escapa de esta realidad, esta situado entre los 6 primeros países con mayor porcentaje”.
El sedentarismo, la disminución de la actividad física y la ingesta de alimentos hipercalóricos están considerados como las principales causas del incremento del sobrepeso y la obesidad. “El sobrepeso conlleva a diferentes enfermedades que disminuyen la expectativa de vida de las personas, entre ellas la diabetes, hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, entre otras”, destaca Borjas.
Factores psicosociales
La obesidad y el sobrepeso no solo se manifiestan por los síntomas físicos, sino que a menudo también tienen consecuencias mentales y sociales (psicosociales). Aunque en algunas culturas se corresponde con el ideal de belleza, las manifestaciones extremas de nuestras medidas a menudo conllevan la marginación social de los afectados. Las consecuencias son depresiones, pusilanimidad en situaciones sociales y una baja autoestima. La fuerte limitación de la movilidad corporal, que disminuye ostensiblemente la calidad de vida en muchos ámbitos, aumenta también la carga anímica y hasta afecta en la búsqueda de un buen empleo.
Alternativas para combatir la obesidad
“Han surgido opciones quirúrgicas como el bypass gástrico y la manga gástrica, que llevan al paciente a su peso ideal en el transcurso de 1 año y 2 meses”, precisó el especialista Guillermo Borjas.
El bypass gástrico y la manga gástrica son dos cirugías bariátricas realizadas si el índice de masa corporal (IMC) es superior a 40, o por encima de 35 si una persona sufre de problemas de salud graves como hipertensión, diabetes mellitus, infertilidad u otros. Si una persona sufre de diabetes mellitus tipo 2, entonces la cirugía bariátrica puede realizarse si el IMC es superior a 30. Ambos métodos son muy eficaces si te lo practican manos expertas.
Aunado a esto, agrega Borjas, el paciente obtiene normalización de las cifras de hipertensión arterial y remisión de la diabetes (glicemia normal sin medicamentos) tendrá resolución de las comorbilidades que produce la obesidad. Ambas operaciones se realizan por vía laparoscópica. Se hacen unas pequeñas incisiones abdominales y el laparoscopio (un tubo estrecho equipado con una cámara y luz), así como otros instrumentos requeridos se introducen a la cavidad abdominal.
Ventajas
Los estudios demuestran que después de un bypass gástrico las personas pierden alrededor de un 70 u 80 por ciento del exceso de peso corporal. Debido a la disminución de la ingesta de nutrientes, las personas comienzan a defecar más a menudo, en promedio, 3 o 4 veces al día. Esto evita que el cuerpo gane peso.
La manga gástrica también es una cirugía común. Sin embargo, no produce efecto tan alto como lo hace el bypass y por lo general toma un segundo lugar en la cirugía bariátrica. Se obtienen dos resultados principales: una capacidad más pequeña del estómago y menor sensación de hambre, lo cual es causado por la eliminación de la parte del estómago responsable de la producción de grelina, la hormona del hambre.
Cirugía para la diabetes
“Es un procedimiento quirúrgico que surge de una modificación del bypass gástrico que se puede practicar en pacientes obesos y no obesos, produce una mejoría inmediata posterior al procedimiento de las cifras de glucemia en sangre en pacientes no insulino independientes (diabéticos tipo 2)”, explicó. Actualmente este tipo de cirugía está avalada por todas las Sociedades Científicas como ser el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, la Sociedad Americana de Cirugía de la Obesidad y la Asociación Americana de Diabetes, para aquellos pacientes que padecen de diabetes tipo II y obesidad severa (IMC mayor de 35).
DC / Daniel Pereira / Periodista de Salud / @danielsaludable / danielsaludable@gmail.com