Desde los tradicionales “nosotros los abajos firmantes” hasta este último llamado a recoger 10 millones de rubricas contra el imperio meeesmo, aquí siempre se ha tenido la manía de pretender resolver los problemas con la rabo e cochino respectiva. Tan es así que hasta el Consejo Nacional Electoral, tiene reglamentado a través de la Resolución N° 031120-794, del Directorio, de fecha 20-11-2003, las normas sobre los criterios de validación de las firmas y las planillas de recolección.
No es que quiera aguar la fiesta antiimperialista, ni ser más Pitiyanqui que el Senador Marco Rubio, pero a la oposición siempre se le ha impuesto esta resolución a la hora de recoger firmas; incluso ella establece que una firma no se considerará válida cuando no contenga por lo menos uno de los nombres y uno de los apellidos; no contenga el número de cédula de identidad y de la fecha de nacimiento o si los datos antes indicados son ilegibles. Además cuando carezca de la firma o de la huella dactilar del ciudadano, y por no dejar, cuando las firmas aparezcan repetidas quedarán todas invalidadas.
Asi las cosas y revisando el cuadernillo anti Obama, cualquiera que ya lo haya firmado, podrá observar como estos requerimientos no están cumplidos en el formato de recolección de firmas para exigir la suspensión del edicto imperial. Ahora bien, también alguien bien acucioso alertará que esas normas corresponden exclusivamente a los petitorios de procesos revocatorios, y no le faltará razón, pero tratándose de una solicitud cargada de tanto patriotismo, fervor revolucionario y cojones chavistas, lo más ajustado a la justica, es que se aplique la normativa requerida.
La recolección de firmas sin autorización del CNE carece de legalidad, ha reiterado en más de una oportunidad la dama de las tendencias irreversibles. También ha manifestado la directiva del ente comicial, que la recolección de firmas sin autorización, no garantiza los principios de certeza, seguridad y pulcritud en el ejercicio de este derecho constitucional. Ya el gobierno ha desplegado por Ministerios, gobernaciones, Alcaldías, UBCH, y todo cuanto exista en la nomenclatura oficialista, el instrumento recolector, propenso a ser llenado por los vivarachos socialistas con las famosas firmas planas.
A mí de antiimperialismo nadie puede venir a darme lecciones, porque todavía me arden las manos, de los cauchos, buses y camiones, que incendie en las jornadas contra la guerra de Vietnam, Laos y Camboya. Por eso en estos momentos de griticos destemplados contra el imperio, le tomo la palabra al jefe del comando antiimperialistas, para exigir que esas firmas sean auditadas y debidamente avaladas por el CNE, tal cual como se le ha venido exigiendo a la otra mitad del país, cada vez que amenazan con recoger firmas, así sea para revocar un consejero comunal.
Por último y como lo dijera el Comandante eterno: “el diablo está en los detalles”, tengo muchas dudas de firmar el temerario cuadernillo. Es mas como viejo guerrillero, les recomiendo a los abajos firmantes, de inhibirse de dejar estampado, tal como lo exige el formato, sus números telefónicos, porque esas firmas van a parar a manos del oscuro señor del imperio, en consecuencia será un dato preciso para el Pentágono, quienes a la hora de una invasión, a cada repique o llamada contestada, vendrá la bala mortal, por haber amenazado con la firma antiimperialista.
DC/ Abog. Douglas Zabala/ @douglazabala