Traductor de 25 idiomas. En vacaciones, viajes de negocios, reuniones o ferias. Son muchas las situaciones donde se echa en falta un intérprete automático. Cukitalk, en Valencia, lo trae en forma de galleta. Su tecnología nace con el objetivo de facilitar la comunicación entre personas que hablan distintos idiomas «de forma automática», según afirma su cofundador Vicente Vázquez. El pequeño dispositivo se engancha con una pinza en la ropa del usuario y, conectado con su móvil, ejerce de intérprete inmediato en 28 idiomas.
Hardware y software. Cukitalk desarrolla tanto el hardware como el software de sus productos. El dispositivo físico, que sirve de micrófono y altavoz, se conecta por ‘bluetooth’ al ‘smartphone’ del usuario, donde tiene instalada la aplicación que le dará acceso a sus funcionalidades. La ‘app’ puede ser controladas desde el Cukitalk, por lo que no es necesario sacar el teléfono móvil del bolsillo para usarla.
Automático. La compañía ha diseñado cuatro modos de uso de CukiTranslator: conversación, monólogo, consulta e indicación. Todo se dirige desde la galleta. El único requisito es realizar una pequeña pausa entre cada turno del diálogo para que el sistema detecte que debe hacer la traducción. La ‘startup’ ha implementado un sistema de reconocimiento de voz en su tecnología. Cuando el usuario conecta la aplicación, ésta se conecta a sus servidores en internet para realizar la traducción, que devuelve a la Cukitalk. De momento, es necesaria la conexión a internet, pero la empresa ya trabaja en una versión ‘offline’.
Otras funciones. La empresa ha aprovechado el potencial del dispositivo físico para desarrollar nuevas funciones que aumenten su potencial. Los usuarios pueden ahora usar su Cukitalk como asistente de voz, lector de notificaciones, manos libres y reproductor de música. También trabaja en la ‘customización’ de servicios para empresas, adaptando sus aplicaciones a las necesidades concretas de sus clientes, una de las áreas donde más está creciendo.
Comercialización. Durante los primeros meses a la venta, el dispositivo está teniendo «muy buena aceptación», destaca Vázquez. Ya están comercializando en España, Reino Unido y Francia.
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