Cada día se descubren más beneficios de la lactancia materna y se reafirma su importancia en la alimentación de los niños recién nacidos. Seguramente has escuchado que la leche materna tiene todos los nutrientes que los bebés necesitan para alimentarse durante los primeros años de vida o que disminuye en la madre el riesgo de contraer cáncer de mama. Sin embargo, existen otros beneficios que probablemente no sepas y que queremos compartir contigo para que garantices al máximo tu bienestar y el de tu hijo.
- La leche materna va modificando su fórmula según las necesidades del bebé. Por lo tanto, la leche con la que amamantas a tu hijo los dos primero meses y que es rica en anticuerpos para protegerlo de las infecciones, no será la misma que le des cuando tenga seis meses. Existen alrededor de 300 sustancias que van rotando constantemente en la composición de la leche materna para darle a tu hijo lo que él necesita.
- Los bebes que son alimentados mayor tiempo con leche materna tienen menos riesgo de contraer enfermedades crónicas como la diabetes, cáncer, hipertensión o enfermedad de Crohn en la adultez.
- La lactancia materna estimula la producción de la hormona oxcitocina, que ayuda a contraer el útero y regresarlo a su estado natural y a disminuir el sangrado postparto.
- Cuando estás amamantando y le hablas a tu bebé, él parará de chupar la leche y después continuará de nuevo con la succión. Hay científicos que coinciden en que este es el origen del habla humana.
- Las dos primeras horas de nacido de tu hijo representan el mejor momento para su primera alimentación. Durante estas horas ocurre lo que se conoce como “alerta tranquila”: el bebé está más interesado por mamar y puede engancharse más fácilmente al pecho, facilitando los contactos posteriores.
- La demanda alimenticia de tu hijo regula tu producción de leche materna. Si tu hijo tienes tres meses y está alimentándose menos de lo normal o con menor frecuencia, es probable que produzcas menos leche, mientras que si tu hijo está comiendo en gran cantidad y quiere pasar todo el día succionando, tu producción de leche aumentará automáticamente.
- Una vez parada la lactancia materna puedes volver a reactivar la producción y amamantar de nuevo. Esto se conoce como relactación y permite a la madre retomar el proceso de amamantar con solo pegar al bebé en el pecho para estimular la producción a través de la succión.
- Si amamantas a tu bebé de noche, tu cuerpo producirá mayor cantidad de prolactina, la cual te ayudará a entrar en un estado de calma y sueño profundo, por lo menos hasta que el bebé se despierte de nuevo.
La Organización Mundial de la Salud recomienda alimentar a los niños exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses de vida y a partir de este momento combinar con alimentos complementarios dos o tres veces al día.
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