El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, admitió hoy que teme que su partido Likud sufra una derrota en las elecciones parlamentarias del martes.
«Es algo que me preocupa», señaló en la televisión israelí, en referencia a las últimas encuestas, que prevén una victoria de los laboristas, reseñó DPA.
De acuerdo con estos sondeos, la alianza de centro-izquierda de Itzhak Herzog obtendría 24 escaños en la Knesset (Parlamento), de 120 bancas, mientras que los conservadores de Netanyahu se quedarían con 21.
De todas formas, Netanyahu tiene mejores perspectivas de formar una coalición de Gobierno, ya que la derecha tiene una mayor representación en el Parlamento.
Netanyahu instó a los votantes de derecha a votar por el Likud y no por otras agrupaciones y dijo que en caso contrario el cargo de primer ministro podría ser para Herzog o para Zipi Livni. El jefe de Gobierno advirtió del peligro de una «conducción débil, que cederá (en las negociaciones con los palestinos)».
El presidente israelí generalmente le encarga la formación de Gobierno al líder de la fracción más fuerte en el Parlamento. En 2009, a pesar de contar con ventaja, Livni no logró formar una coalición de Gobierno y Netanyahu se convirtió en primer ministro.
Herzog declaró a la televisión que no aspira a formar una gran coalición con el Likud. «No planeo una rotación con Netanyahu, quiero reemplazarlo». Además dijo que el acuerdo de rotación con Livni sigue estando vigente. «La gente quiere el cambio y estoy dispuesto a cumplir esa tarea».
El líder laborista abogó por nuevas conversaciones de paz con los palestinos, aunque cuestionó que estos recurrieran recientemente ante la Corte Penal Internacional (CPI) en su conflicto con Israel y lo consideró una «acción inaceptable».
Herzog dijo estar a favor de negociar nuevas reglas para las fronteras y la seguridad, y manifestó que después de eso se podría hablar sobre el estatus de Jerusalén.
El expresidente y premio Nobel de la Paz, Shimon Peres, le garantizó su apoyo a Herzog.
DC| Agencia