El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, volvió a hablar de una solución de dos Estados para resolver el conflicto en Medio Oriente, después de que su rechazo a la creación de un Estado palestino fuera cuestionada por Estados Unidos y otros aliados occidentales.
«No quiero una solución de un Estado», dijo Netanyahu a la emisora NBC, en una entrevista que será emitida en la tarde de este jueves y de la que se conocieron extractos. «Quiero una solución duradera y pacífica de dos Estados», manifestó Netanyahu, aunque apuntó que las condiciones «deben cambiar», destacó DPA.
El primer ministro israelí destacó además que su país no tiene otro aliado tan importante como Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, subrayó horas después la «profunda y duradera alianza» con Israel en una llamada a Netanyahu, mencionó la Casa Blanca. El mandatario norteamericano felicitó a Netanyahu por su triunfo en los comicios del martes.
En los últimos días de campaña para los comicios parlamentarios del martes, Netanyahu rechazó la creación de un Estado palestino, en un intento por ganarse el voto de los electores de derecha para su partido Likud.
Ante estas declaraciones, el Gobierno estadounidense reafirmó su apoyo a la solución de dos Estados y dijo que debía analizar cómo reaccionar a esto.
«Sin duda que las palabras importan en esta instancia», señaló este jueves el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, quien advirtió que las afirmaciones previas de Netanyahu van en contra de la política aplicada por Estados Unidos e Israel durante años.
Earnest dijo que las afirmaciones originales del mandatario israelí han provocado que Washington analice su postura, ya que el apoyo estadounidense de Israel en Naciones Unidas y otros organismos internacionales se basa en el principio de la solución de dos Estados. De todos modos, aseguró que por el momento no se decidió ningún cambio en la política estadounidense al respecto.
Por su parte, las autoridades palestinas indicaron este jueves que volverán a enviar un borrador de resolución al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que establezca un plazo a Israel para que ponga fin a la ocupación de Cisjordania.
El año pasado el Consejo rechazó una resolución de este tipo, que demandaba la retirada de los territorios ocupados para 2017. Sin embargo, los palestinos podrían contar esta vez con el apoyo estadounidense.
Según indicaron fuentes del Gobierno estadounidense a The New York Times, Washington podría aceptar ahora la aprobación de una resolución que contemple el principio de una solución de dos Estados, con las fronteras entre Israel y los palestinos de 1967, así como el acuerdo entre ambas partes para intercambiar territorios.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, se mostró preocupado por la victoria del Likud: si las declaraciones del primer ministro sobre el fin de una solución de dos Estados son reales, ello significa «que el Gobierno israelí no va en serio con una solución política» del conflicto, dijo citado por la agencia de noticias Wafa.
Abbas convocó este jueves al órgano principal de la Organización para la Liberación de Palestinas (OLP) para debatir la estrategia a seguir tras la victoria de Netanyahu.
La canciller alemana, Angela Merkel, también abogó por una solución de dos Estados al felicitar hoy a Netanyahu por su victoria. La mejor forma de garantizar la seguridad de Israel es en el marco de una solución de dos Estados, le dijo, según informó el portavoz del gobierno, Steffen Seibert, en Berlín.
Según los resultados definitivos difundidos hoy por la Comisión Electoral Central, el derechista Likud de Netanyahu obtuvo 30 escaños en el nuevo Parlamento unicameral (Knesset), frente a los 24 de la Unión Sionista de centro izquierda.
El líder del Campo Sionista Isaac Herzog anunció este jueves su intención de convertirse en un líder de la oposición combativo con Netanyahu.
La victoria del político conservador se basó en «una campaña con muchas mentiras y amedrentamiento», dijo en declaraciones a la emisora del Ejército israelí.
La lista unificada de partidos árabes ganó 13 escaños, uno menos de lo que se había estimado en los resultados preliminares, pero pese a ello sigue siendo la tercera fuerza en el Parlamento de 120 escaños.
Los centristas Yesh Atid y Kulanu tendrán 11 y 10 escaños, respectivamente, los mismos con los que contaban hasta ahora. Tampoco hay cambios en el arco más conservador: los ultraderechistas Casa Judía e Israel Beiteinu sumarán ocho y seis y los religiosos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unificado de la Torá siete y seis, respectivamente.
El liberal de izquierda Meretz obtuvo al final cinco mandatos, uno más que lo anunciado antes y consigue así entrar en la Cámara.
El presidente israelí, Reuven Rivlin, comenzará el domingo las deliberaciones con los jefes de partido pero se da por seguro que Netanyahu recibirá el encargo de formar gobierno. A mediados de la próxima semanas se esperan las primeras conversaciones oficiales y Netanyahu ya ha dicho que quiere formar rápidamente un partido con las fuerzas de derecha y los partidos ultrarreligiosos.
La participación electoral fue del 72,36 por ciento, cuatro puntos porcentuales por encima que en las anteriores elecciones en 2013.
DC | Agencia