Ha sido denominado como «el presidente más pobre del mundo», ‘Pepe’, como el mundo suele referirlo, marcó una profunda diferencia entre lo que es ser un presidente político y ser un presidente para el pueblo.
Su forma de gerenciar, de administrar y de relacionarse generó un alto referente de liderazgo, “un estilo de liderazgo moderno. Atraía de una forma similar a Steve Jobs, fundador de Apple. Y a pesar de ser callado, algo introvertido, se diferenciaba del resto”, señaló Rodrigo Zárate, director del doctorado en Gestión, de la Universidad EAN.
Sin duda, tenía características únicas:
Carisma
Una cualidad vital para . Para el docente de administración de la Universidad del Rosario, Rubén Sánchez, “su figura de ‘bonachón’, la sencillez, pero sobre todo la capacidad para escuchar a los demás lo hizo ser un presidente muy apreciado. Así se ganó el cariño de la gente”.
A pesar de no ser muy expresivo o extrovertido, decía lo que pensaba en el momento en que surgía. No cabía duda de su postura frente a muchos temas políticos, económicos o internacionales y usaba términos sencillos, lo que le hizo ganar más adeptos.
Cercanía con la gente
La cercanía que generó con el pueblo uruguayo le permitió conocer de cerca las necesidades de sus compatriotas y demostrar que no era una persona que estaba por encima de todos, como alguien inaccesible a quien no se le puede hablar.
Para Zárate, Mujica se mostraba como uno más del pueblo, no era un líder intocable de esos a quienes que no se puede hablar o ver o tocar. Era cercano a las personas, que es lo que busca el mundo de hoy, gente que busque a su líder y que se muestre como parte de un equipo.
El dinero no es lo primordial
Muchos recordarán frases de sus discursos como «hay que aprender a ser feliz con poco», lo que quedaba claramente demostrado en su estilo de vida: vivir en su finca con sus animales, cultivando y donando el 90% de su salario como presidente a obras sociales.
Este líder reconocía la importancia del dinero, pero no era su eje, sino algo que puede venir por añadidura al invertir en su capital social.
Propuestas vanguardistas
Iniciativas trascendentales de cambio como la aprobación del matrimonio igualitario, la despenalización del aborto y la tan polémica legalización de la marihuana fueron una fiel muestra de cómo se puede generar impacto y avanzar a nuevos horizontes, siempre y cuando exista un común acuerdo y razones que sustenten y sugieran el cambio.
Para Sánchez, también tuvo que ver la cultura y tradiciones de la sociedad uruguaya, que está acostumbrada a discutir de asuntos, y si no están de acuerdo, respetan las decisiones.
No se dejaba definir por su posición
El cargo, el poder, lo que él hacía; no era lo que definía. “Sabía que era presidente, pero no le importaba si montaba en un volkswagen o dejaba los lujos de lado. Tenía claro que tenía el poder, y que la elección era lo que se lo había dado. Muchos presidentes o gerentes de grandes compañías creen que necesitan cosas adicionales para ejercer su poder, no son conscientes de que ya tienen cargo”, dijo Zárate.
Creía en la igualdad de condiciones: “nadie es más que nadie” y así mismo ejercicio sus funciones.
Agradecimiento
Sus discursos siempre estuvieron caracterizados por tener la palabra “gracias” incluida un par de veces. El sentimiento de gratitud siempre fue con su pueblo, pues sabía que su apoyo y la confianza depositada en su labor eran vitales para dirigir el país.
DC | FP | Foto: Archivo