Hay dos tipos de personas controladoras:
Controladores Agresivos
Son unas especies de tanques humanos que pretenden pasar por encima de las barreras de los demás. Suelen abusar verbal o físicamente y procuran modificar a los otros y al mundo para que se adapten a su idea de cómo debe ser la vida. No aceptan a los demás como son.
En las Escrituras, Pedro es un ejemplo de un controlador agresivo. Cuando Jesús hablaba acerca de su próximo sufrimiento, muerte y resurrección, Pedro lo llevó aparte y comenzó a reconvenirlo… Pero Jesús se dio la vuelta, miró a sus discípulos, y reprendió a Pedro… (1) Pedro no quería aceptar los límites del Señor, y Jesús tuvo que confrontarlo y censurarlo inmediatamente por pretender violar sus límites.
Controladores Manipuladores
Más sigilosos que los controladores agresivos, los manipuladores buscan persuadir a las personas para que renuncien a sus límites. Les porfían con insinuaciones y mensajes cargados de culpa, hasta que acceden. En las Escrituras (2), Jacob es un ejemplo de un controlador manipulador al quitarle los derechos de primogenitura a Esaú, y manipular con engaño a su padre para recibir la bendición que le tocaba a su mellizo.
Los manipuladores se esfuerzan en negar que quieren controlar a los demás o que son egocéntricos; son como la mujer adúltera: Así procede la adúltera: come, se limpia la boca, y afirma: “Nada malo he cometido.” (3) El controlador manipulador le hace un favor a un amigo y espera retribución (a veces hasta por años) ¿Qué está mal en este cuadro?… ¡Que no es un cuadro de amor! El amor de Dios no es la ganancia producto de una inversión; el amor …no es egoísta. (4) Cuidar de otro para que luego te cuiden a ti es un medio indirecto de controlar a los demás.
Piensa en esto
Los controladores suelen vivir aislados y quienes permanecen a su lado lo hacen por temor, por culpa o por dependencia. Si son sinceros, los controladores rara vez se sienten amados, porque en lo más hondo de su corazón, saben que las personas les dedican tiempo porque se sienten amenazadas o manipuladas. En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor. (5)
Un cónyuge, un jefe, un padre o una madre, un líder espiritual o político no puede atemorizar a la gente, hacerla sentir culpable, y pretender que le sigan amando.
Marcos 8:33a (NVI) ; Génesis 25 y 27 ; Proverbios 30:20 (NVI)
1 Corintios 3:5 (NVI) ; 1 Juan 4:17b-18ª (NVI)
DC / Raúl Parra / rlpt10@yahoo.es / @RaulParraT