El sexo es una vivencia personal, una experiencia única que no puede compararse con la de nadie más. Sin embargo, existen comportamientos o fantasías que traspasan lo personal y se vuelven una tendencia.
Las nuevas tecnologías, entre otros, la amplia oferta de productos y la lenta apertura a estos temas han cambiado visiones, preferencias y conductas.
El mejor lugar
La sexóloga María Gryblat aclara que todo está permitido en el sexo mientras sea consentido por los dos miembros de la pareja. Dice que en cuestión de lugares, quizás la fantasía más recurrente es tener un apasionado encuentro en un ascensor o en un baño público.
El mejor licor
Los expertos dicen que una noche de pasión perfecta resulta mejor sin licor. Sin embargo, si se trata de un trago que despierte las emociones y potencie las sensaciones, recomiendan la champaña. Dicen que las burbujas, el sabor y la magia que encierra esta bebida le dan al momento un sabor especial: despierta el deseo y la pasión.
El mejor momento
Científicamente se ha comprobado que la mañana y la tarde, justo después del almuerzo, son los mejores momentos para el sexo. Estudios realizados señalan que en el momento en que el cuerpo está más reposado, aumenta la disposición al placer. Por eso la mañana, si el sueño ha sido reparador y la temperatura corporal no está tan alta, resulta el tiempo indicado para tener un buen encuentro sexual.
El mejor masaje
Se ha considerado que la espalda es la zona más erógena de las personas. Pues resulta que no. Si su intención es despertar pasiones inéditas, concéntrese en brazos y pies, pues albergan numerosas zonas erógenas, sobretodo dedos y antebrazos. Son una parte del cuerpo particularmente sensible.
La mejor comida
Recomiendan los expertos en cocina que antes del sexo lo mejor es una comida suave y dan información que resulta clave: comer con las manos. A muchos les resulta excitante ver a otra persona disfrutar de la comida, saborearla usando sus dedos y la lengua.
La mejor posición
Ellos prefieren la famosa Woman on top, pues les gusta que ellas tengan el control y controlen el placer. El verse las caras le da un toque especial al encuentro. Ellas, por su parte, dicen preferir el misionero, estar acostadas relajadas y además con una ventaja adicional: dicen que esta posición les ayuda a ocultar lo que no les gusta de su cuerpo.
DC | EE
Foto: Archivo