“Alta liquidez y los controles de precios son factores que siguen pesando dentro de la inflación”, dijo el economista Asdrúbal Oliveros.
Cerca de noventa días se cumplen este lunes sin dar a conocer las cifras oficiales del Índice Nacional de Precios al Consumidor (Inpc). De boca de los expertos la inflación para el primer trimestre —según proyecciones preliminares y extraoficiales— debe acumular un porcentaje por encima de los dos dígitos.
En la lista de mora del Banco Central de Venezuela (BCV) se suman también el crecimiento de los diferentes sectores y los componentes de la balanza de pagos, como inversión, importación y exportaciones, así como la divulgación del índice de escasez y los datos del PIB. La última vez que el BCV publicó las cifras oficiales fue a mediados de febrero pasado cuando informó que el país registró una inflación de 68,5% en 2014, la más alta de América Latina.
Igualmente, las autoridades de la entidad bancaria no han cumplido con el plazo reglamentario para dar a conocer las estadísticas de inflación de enero, febrero y marzo. El documento señala que el informe debería darse a conocer en los primeros 10 días de cada mes. Esa misma tardanza también se registró en el segundo semestre del año pasado y ha sido algo recurrente.
Los economistas coinciden y ven poco probable que este año la inflación cierre por debajo del 50%, incluso, y en el peor de los casos podría superar el 120% de mantenerse algunas variables como: escasez, inestabilidad en los precios de los productos y servicios, fallas en el abastecimiento y poca efectividad en el desarrollo del aparato productivo.
El economista marabino, Roger Chacín, calificó como “muy negativo que ya llevemos tres meses sin saber el Inpc del primer trimestre. El BCV tiene que resguardar su credibilidad en el país como en el exterior (…) la difusión de los datos, así sean negativos, debe ser inmediato. Todos tienen el derecho a conocer cómo ha sido el balance y comportamiento de los sectores más importantes”.
“En Venezuela aún no se ve alguna mejoría en su economía (…) el petróleo sigue por debajo de lo promediado en el presupuesto, el Simadi no termina de arrancar, las importaciones siguen elevándose, tenemos una escasez galopante. La inflación entre enero y marzo debe acumular dos dígitos, algo inusual al comienzo de un año”, apuntó.
Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, en un trabajo especial a la revista MacroMet, argumentó que “los productos que son objeto de control de precio y que son los de mayor peso dentro del Inpc, son los que concentran la mayor inflación represada”.
Puntualizó, que el escenario “no parece que vaya a cambiar, en vista de que los factores que impulsan el comportamiento de los precios siguen aún vigentes: el control de cambio, el financiamiento monetario del BCV a Pdvsa. Alta liquidez y los controles de precios son factores que siguen pesando (…)”.
En esto también coincide el economista Orlando Ochoa, quien recientemente pronosticó que Venezuela se encamina a “tener una inflación de más de tres dígitos, es decir, de más del 100% . Es prácticamente imposible evitarlo porque los desajustes económicos persisten”.
Actualmente, se conoce que el presupuesto de la nación para el ejercicio fiscal 2015 fue calculado en base a un índice de precios de entre 25% y 30%.
El analista financiero y director de Softline Consultores, José Grasso Vecchio, insiste que “para combatir la inflación es necesario resolver problemas mediante transformaciones estructurales de la economía”.
Agregó Grasso Vecchio que “la alta inflación se combate con más producción, políticas económicas, orienten la liquidez hacia la economía real y aumenten la oferta de bienes y servicios (…) buscar un equilibrio entre lo que se puede comprar y el dinero en circulación y definitivamente trabajando más para producir más”.
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