Forzada a actuar por una masiva pérdida de vidas en el mediterráneo, la rama ejecutiva de la Unión Europea propuso un plan de acción de 10 puntos para lidiar con la cantidad sin precedentes de migrantes. A continuación, un vistazo a cada punto del plan, que será detallado por los líderes de la UE en una cumbre de emergencia el jueves.
Medida 1: Entregar más fondos y recursos para las operaciones de la UE en el Mediterráneo, como la misión fronteriza Triton, a cargo de las fronteras del bloque y del monitoreo del flujo de migrantes. Extender su área operativa de manera que permita que los buques operen más lejos de las costas europeas.
En la realidad, los 28 estados miembros de la UE continuamente hablan de fortalecer la agencia fronteriza Frontex, de la que es parte Triton. Ningún país ha anunciado que entregará más fondos ni recursos, aunque la cumbre será una ocasión prominente para esas contribuciones.
Medida 2: Capturar y destruir embarcaciones usadas por contrabandistas. Eso quedaría a cargo de una misión civil militar que trabaje más cerca de Libia que en este momento. El ejecutivo de la UE dice que Atalanta, la operación antipiratería del bloque frente a las costas de Somalia, es un buen modelo.
En la realidad, el Atalanta es encabezado por Reino Unido, pero con la inmigración en el centro de la campaña electoral allí, es poco probable que Reino Unido asuma un mayor papel. Pudieran existir además obstáculos legales para la destrucción de embarcaciones. Muchos barcos de los piratas son robados y pudieran ser propiedad de ciudadanos de la UE.
Medida 3: Hacer que las agencias policiales, jurídicas, de asilo y fronteras de la UE ayuden a rastrear a los contrabandistas, aumentando la cooperación y la compilación de información.
En la realidad, los estados de la UE son notoriamente renuentes a compartir información. El supervisor de datos de la UE suspendió un intercambio de inteligencia entre la agencia policial Europol y Frontex por unos cuatro meses por preocupaciones de privacidad.
Medida 4: Desplegar equipos de la agencia de asilo de la UE, EASO, en Italia y Grecia para procesar solicitudes de asilo. Ese proceso debería tomar cuatro meses, pero puede ser mucho más. El objetivo sería reducirlo a dos meses.
En la realidad, se considera en general como algo positivo.
Medida 5: Que los estados miembros de la UE aseguren la toma de huellas dactilares de todos los inmigrantes.
En la realidad, eso debería estar implementándose. Italia ha sido acusada de no hacerlo en ciertos casos, lo que permite a los inmigrantes desplazarse más al norte en Europa.
Medida 6: Considerar opciones para una reubicación de emergencia que aliviaría presiones sobre países como Italia, Grecia y Malta.
En la realidad, aunque hablan mucho de solidaridad y compartir la carga, los estados miembros están renuentes a entregar recursos. No existe un sistema obligatorio para forzar a los países a respetar sus promesas de compartir la carga.
Medida 7: Lanzar un proyecto voluntario en toda la UE para reasentar inmigrantes.
En la realidad, eso no sería obligatorio. Algunos países no tienen las normas mínimas de la UE para recibir refugiados. La legisladora centroderechista Monika Hohlmeier habló el martes de un funcionario de un estado miembro que preguntó si su país podía pagar para que los solicitantes de asilo fuesen albergados en otra nación de la UE «porque a su público no le gustaría la idea».
Medida 8: Establecer un nuevo programa para el regreso pronto de migrantes a quienes se niega residencia en la UE. Eso sería coordinado con los principales países de la frontera, como Italia, Grecia y Malta.
En la realidad, en el 2013, los estados miembros de la UE rechazaron la solicitud de 425.875 personas y debían ser devueltas. En la práctica, solamente 166.975 personas -menos de 40%- fueron repatriadas.
Medida 9: Colaborar con los vecinos de Libia para frenar el flujo de personas a ese país, que carece de una fuerte autoridad central y está inmerso en un violento conflicto. Un proyecto piloto con Níger está en camino. Se han establecido contactos además con Túnez, Marruecos y Egipto.
En la realidad, aunque lógico como política a largo plazo, eso no salvará vidas en el mediterráneo a corto plazo.
Medida 10: Desplegar funcionarios de inmigración en países -Níger, Túnez, Marruecos, Egipto y Turquía- para compilar datos de inteligencia sobre flujos de migrantes y fortalecer el papel de delegaciones de la UE en esos países.
En la realidad, implementar exámenes de asilo en el exterior ha sido criticado por grupos humanitarios, que lo consideran un ejemplo de Europa no cumpliendo sus obligaciones de lidiar con el flujo de personas hacia sus costas.
DC | AP