Se acabó lo que se daba, el pan de piquito y los dólares viajeros. La reciente medida del ejecutivo significa un nuevo golpe a quienes no tienen ninguna responsabilidad en el gran asalto que sobre el erario público han venido realizado los nuevos ricos y boliburgueses, denunciado por el ausente Luis Tascón, mucho antes que este barco de la corrupción se desbordara. No hay pruebas para acusar y menos para enjuiciar a nadie, pero fue el mismo Giordani, quien un buen día soltó la lengua y habló de la pérdida de 25 mil millones de dólares en empresas de maletín.
Con bombos, platillos y hasta con maldad, el ejecutivo anuncia que la medida está encaminada a promover un mejor uso de las divisas, cuando el más lerdo patriota cooperante, reconoce que la misma conforma otro eslabón en la cadena de errores cometidos por el gobierno, en su disparatada política económica, signada por los controles excesivos sobre la moneda y los productores nacionales privados. Ya la flamante ministra Maripili Hernández, con toda la arrechera del mundo acuñó: Deberían eliminar totalmente el cupo viajero.
Desde que se impuso el control de cambio, quien escribe nunca ha salido a raspar su cupito, ni siquiera a las playas vecinas de la alta goajira; de manera que nadie podrá acusarme de salir en defensa a ultranza de los alegres turistas exprés, pero un gobierno que en 2 años de gestión ha demostrado su total incapacidad para corregir los entuertos heredados del anterior y los suyos propios, no tiene autoridad moral para imponerle a los venezolanos, que a partir de ahora para poder echar un paseíto habrá que arrodillársele a los operadores cambiarios de la banca pública.
De todas las providencias emitidas por los despiadados controladores del gobierno, la 011 de Cencoex, publicada en la Gaceta Oficial 40.636, donde se mantiene el cupo para consumo a través de operaciones electrónicas en el exterior al año, en 300 dólares, esta ha sido la más odiada, también por quienes ahora tendrán sus trescientos lechugones, pero por no dejar sólo lo podrán usarlos en tres partes. Este mecanismo pone en evidencia lo que ya la mayoría de los economistas han venido señalando: este gobierno está seco de dólares y ese es el punto.
Muy guapo y apoyao debe sentirse el presidente viajero, para que a través del ente regulador de divisas, haya tomado la triple medida de reducir la asignación de divisas para viajes en el extranjero, eliminar la autorización de dólares en efectivo para adultos y limitar la utilización del cupo electrónico. Será que Nicolás, como la mencionada ministra, no puede ocultar el odio visceral contra aquellos sectores de la población, que siempre han sido renuentes a acompañar los dislates de su gobierno.
Esta claque de funcionarios rojitos deben saber que estas medidas tienen un profundo impacto social y político, porque además de reducir la capacidad adquisitiva de los venezolanos, que veían en el cupo electrónico la posibilidad de paliar de vez en cuando la crisis, también van a sentir la acción como el retorno del “exprópiese”, pero ahora de las poquitas divisas que por derecho le correspondía en el mundo del raspacupismo, creado por el mismo gobierno, producto de su errática política económica.
DC/ Abog. Douglas Zabala/ @douglazabala