Principios y Valores, continuación….parte final
La perspectiva de complejidad así asumida, se traduce en un valor de acción, en un valor de la filosofía práctica de la Universidad, representada por el concepto de Responsabilidad Social, que no es más que un valor de responsabilidad intergeneracional. La tradición nos ha enseñado el camino que los grandes prohombres, líderes de nuestra historia institucional, han signado para nuestro porvenir y para el porvenir de nuestras futuras generaciones, mismas a las que debemos enmarcar en todo nuestro pensamiento y acción. De allí el sentido de nuestra particular responsabilidad. Una responsabilidad que se vincula no solo con la formación del estudiante para toda la vida, sino que se catapulta hacia un aprendizaje de la ciencia con un horizonte de preservación de la vida. De allí que se asuma el paradigma bioético como valor inserto en la responsabilidad intergeneracional. Ese es un valor que emerge de ese horizonte bioético de la ciencia que se enseña en nuestras aulas de clase y laboratorios de experimentación.
De lo anterior emerge entonces la noción de responsabilidad intergeneracional centrada en los valores de supervivencia y de preservación de la vida, mediante el aprendizaje de la ciencia que se ocupa de generar conocimiento para la vida global. Ello implica considerar la preservación de la vida no desde una perspectiva ética antropocéntrica (centrada en los valores humanos), ni mucho menos desde una ética biocéntrica (centrada en los valores de la vida); se trata de preservar todo el planeta en sus entramados bióticos y abióticos, por lo que se asume la perspectiva geocéntrica de la ética (centrada en los valores de preservación de lo global), para así garantizar la supervivencia de las especies más allá de lo humano, pues desde la Universidad consideramos que todos esos elementos son esenciales para la vida. De allí que la ética de la responsabilidad, funda una responsabilidad social de la universidad, que tiene como norte la preservación de los ecosistemas para las futuras generaciones, justamente a través de la acción universitaria centrada en la responsabilidad intergeneracional como valor institucional, cuyas raíces son profundamente bioéticas.
Por todo lo anterior, los valores compartidos por quienes asumimos el rol de liderazgo de esta propuesta centrada en la acción de nuestros fundadores, creemos en una Universidad de Servicio como valor incuestionable para garantizar una educación para toda la vida, esto es, para las futuras generaciones. Creemos en una Universidad que sirve a los intereses de la sociedad presente y futura por intermedio de nuestras convicciones democráticas y científicas que deben cumplirse de manera excelente, a través de nuestras tres funciones: docencia, investigación y extensión, las cuales surgen así como herramientas necesarias para protagonizar la acción universitaria en contextos de incertidumbre social, cultural, científica, epistemológica y política, para lo cual, es fundamental impulsar en ella una Cultura Innovativa con Responsabilidad Social.
DC / César Ramos Parra / Profesor Universitario / @cesarramosparra