A pesar de que las normativas internacionales prohíben la reclusión en prisión de enfermos de gravedad, Pablo Estrada, joven padre venezolano, sigue retenido en la sede de la policía política en El Helicoide, padeciendo una delicada condición de salud, agravada por una depresión. Este cuadro clínico podría cegar su vida si las autoridades gubernamentales no prestan atención al caso.
Se trata de una de tantas historias dolorosas, consecuencia de las denominadas guarimbas que se registraron el primer semestre del 2014. Estrada está detenido desde hace más de un año en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Militar(SEBIN), sin ningún tipo de proceso judicial hasta la fecha.
Padece de tuberculosis, pero tal como lo reveló su abogado, José Vicente Haro, su defendido es víctima de una enfermedad peor, el retraso procesal, que podría estar descontado tiempo a su vida de forma acelerada.
6to Poder revela detalles de una carta pública escrita por José Vicente Haro y sus declaraciones, en exclusiva, a este semanario.
La historia de Pablo Estrada
“Mi defendido, Pablo Estrada Izaguirre, lleva preso en el Sebin-Helicoide desde julio de 2014. Me tocó asumir su defensa desde diciembre de 2014, junto con mi equipo de trabajo y, desde entonces, hemos visto día a día una de las más grandes injusticias, producto de las detenciones arbitrarias, violaciones de Derechos Humanos y juicios políticos abiertamente injustos iniciados en el año 2014 en Venezuela”, explica Haro en su carta.
Pablo Estrada y su hijo (un bebé), su esposa, su mamá, su hermana y su familia y seres queridos, son un lamentable daño colateral de la persecución política arbitraria e injusta que hubo en el 2014 y que sigue, con modalidades diferentes y mucho más graves, en el 2015. Pablo fue detenido por haber participado por poco tiempo y pacíficamente en una manifestación en Bello Monte. Sin embargo, su detención se realizó en Las Mercedes cuando al retirarse del lugar una persona le ofreció trasladarlo en un vehículo. Una comisión del Sebin detuvo el vehículo y a todos sus ocupantes.
“Pablo no es un político, nunca ha tenido y no tiene aspiraciones políticas. Su único sueño, esperanza y ansia es su libertad, estar con su hijo y atender su grave problema de salud con el apoyo de sus seres queridos”.
Pablo Estrada tiene 37 años, es profesional, Ingeniero de Sonido, productor de música electrónica y reconocido DJ.
“En el año 2012 estuvo hospitalizado –como lo indican informes médicos de los Servicios de Cirugía y Medicina Interna del Hospital ‘Dr. Miguel Pérez Carreño’, adscrito al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), por tener una “tuberculosis diseminada: a) Mulculoesquelética a.1) Enfermedad de Pott L4-L5, a.2) Absceso en el músculo psoas izquierdo por Mycobacterium tuberculosis; b) Tuberculosis pulmonar”.
Es decir, tiene una grave enfermedad. Por si fuera poco, Pablo tiene dos vértebras rotas que lo tuvieron prácticamente paralítico durante aproximadamente tres meses. Ahora sufre un cuadro depresivo, producto de su enfermedad y de su detención injusta y arbitraria en el Sebin.
La tuberculosis de Pablo requirió un complejo tratamiento que fue atendido cumpliendo el protocolo correspondiente, pero que no ha culminado pues debe tener un permanente control médico, de acuerdo con el protocolo de atención de tratamiento de esa enfermedad.
“La primera audiencia de juicio a Pablo Estrada ha sido diferida más de seis veces, siendo el último ‘diferimiento’ el pasado lunes 23 de marzo por el Juzgado 29 de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, que para esa fecha estaba a cargo de una Juez temporal. Sin embargo, ese juzgado lleva más de tres meses sin despacho ni secretaría, y ni siquiera se puede revisar los expedientes”.
Indica el abogado que frente a esta situación “realizamos todas las diligencias pertinentes, ante las diversas autoridades competentes, incluso, ante la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia, para que se regularice la situación administrativa y judicial del Juzgado 29 de Juicio”, lo cual ya se ha concretado.
A pesar de los diferimientos, el 23 de marzo de 2015 luego de las innumerables denuncias efectuadas “logramos que a Pablo Estrada se le ordenara su traslado a la Medicatura Forense. No obstante, las autoridades del Sebin no dieron curso a esa orden hasta después de que presentáramos la denuncia ante la Defensoría del Pueblo, y luego de que el Defensor del Pueblo, públicamente, en medios de comunicación (televisión, radio y prensa) se comprometiera a solicitar al Poder Judicial una medida cautelar menos gravosa, es decir, distinta a la privativa de libertad en el Sebin, en razón de la grave enfermedad de Pablo”.
Luego de las Declaraciones del Defensor del Pueblo, el Sebin trasladó a Pablo Estrada a la Medicatura Forense. Sin embargo, en esa institución, el médico que lo atendió no lo auscultó, ni le hizo placas de tórax, ni otros exámenes necesarios para hacer un informe médico que cumpliera con los requisitos correspondientes desde el punto de vista médico-forense. Se limitó a hablar con él, a recibir el informe que había hecho el IVSS en su oportunidad y “ni toco” a Pablo, como él mismo dijo a su abogado. “Algo no responsable, por decir lo menos, en un caso tan delicado como éste”, expresa Haro.
“Lamentablemente, ese indebido proceder del médico forense que atendió a Pablo y cuyo nombre me reservo, por ahora, lo llevó a remitir al Juzgado 29 de Juicio un informe incompleto, no sustentable técnicamente desde el punto de vista médico forense, en el que sostiene, irónicamente, que el estado de salud de Pablo Estrada es satisfactorio”.
En definitiva, Pablo Estrada sigue preso en el Sebin, mientras el jueves 26 de marzo fue nombrado y juramentado un nuevo juez en el Juzgado 29 de Juicio del Área Metropolitana de Caracas, y quien en fecha 21 de abril negó, sobre la base del referido “estudio” del médico forense que atendió a Pablo Estrada, la medida sustitutiva de la privativa de libertad (o medida humanitaria) solicitada por su abogado. El Defensor del Pueblo no consignó solicitud alguna de medida humanitaria, como lo ofreció públicamente. A pesar de esto, “debo reconocer que con el nombramiento del nuevo juez en el Juzgado 29 de Juicio, por fin ese Tribunal ha vuelto a trabajar con regularidad”, aclara el abogado.
Estas declaraciones son parte de lo que expresa la carta del abogado de Estrada, pero a fin de conocer con mayor precisión la situación del joven detenido, obtuvimos las declaraciones exclusivas de su defensor. En la entrevista que José Vicente Haro ofreció a 6to Poder, develó detalles de las circunstancias que vive el privado de libertad y que podría poner en riesgo la vida de su defendido.
¿Qué se alega contra Pablo y las personas que iban en el vehículo?
Supuesta instigación a delinquir, instigación a incumplir las leyes y agavillamiento, que son los delitos comunes que se han aplicado a todos los detenidos en estos casos. Comúnmente, se ha aplicado las mismas medidas a los presos políticos por defender su derecho a la libertad de expresión y el derecho a la protesta.
¿Había armas o artículos dentro del vehículo que habrían generado esta detención?
En lo absoluto, de hecho, Pablo estaba totalmente limpio, no tenía nada. Las demás personas que estaban junto a él tampoco portaban ningún tipo de arma, y también están detenidas en el Sebin. Pero lo preocupante del caso es que Pablo tiene un problema de tuberculosis que empezó como pulmonar y ahora está diseminado por todo el cuerpo, y eso ha afectado gravemente su salud.
Pablo, desde hace más de un año, no ha recibido las atenciones médicas adecuadas. Es más, se están violando los estándares internacionales, estipulados en la Carta Interamericana de Derechos Humanos, suscrita por la OEA, donde se especifica que las personas con tuberculosis, Sida o alguna enfermedad contagiosa o grave no pueden estar detenidas, y hay que tomar medidas especiales. En este caso lo que hemos solicitado es una medida humanitaria para que él pueda obtener, por lo menos, casa por cárcel, ya que en el Sebin su salud se está deteriorando cada vez más.
¿Cómo está ahora la salud de Pablo?
Muy deteriorada. Tenemos un informe del Instituto de Seguro Social donde queda por sentado la enfermedad que él tiene y el protocolo que se siguió en dicho caso, y todo lo que se tiene que hacer para que esa enfermedad no vuelva. A pesar de que en estos momentos ya tiene síntomas claros, según los últimos exámenes hechos por el Centro Médico Docente La Trinidad, las afecciones pulmonares han sido tan fuertes que ha tenido que ser trasladado al Hospital Militar.
Ante tal situación solicitamos que fuera trasladado a la Medicatura Forense, y el doctor ni siquiera lo auscultó, simplemente lo observó y colocó en el informe que tenía un estado ‘óptimo’, lo que observamos con mucha tristeza, ante la realidad y la severidad del caso de Pablo.
¿Se ha llevado algún documento para que Pablo sea sometido a una medida humanitaria?
Sí, de hecho, presentamos una solicitud de medida humanitaria para que se le dé cualquier medida suplementaria estipulada en el Código Procesal Penal, y hemos acudido a la Defensoría del Pueblo, concretamente, para que se ocupe del caso.
¿Qué respuesta obtuvieron del Defensor del Pueblo?
Que él iba a solicitar una medida humanitaria para el caso de Pablo Estrada, pero esto no sucedió. Ya nosotros habíamos solicitado dicha medida, y a pesar que el Defensor habría realizado declaraciones públicas –en radio, prensa y televisión– en ningún momento se presentó dicho documento ante el juez, quedó solamente nuestra solicitud. Entonces, el juez de la causa, el día 21 de abril, tomó la decisión de negar la medida humanitaria basada en aquel informe de la Medicatura Forense donde ni siquiera examinaron a Pablo, únicamente lo vieron, ni siquiera le hicieron una placa de tórax.
¿Cuándo fue el último traslado de Pablo a emergencia médica?
Hace quince días. (Comienzos de abril).
¿Cómo está Pablo, cuál es su estado anímico y físico?
Él se mantiene en la celda en estos momentos, puede moverse pero tiene muchas recaídas y cada vez más. Cuando lo voy a visitar, me preocupa mucho, porque cada vez está más débil y cada vez tosiendo más, con dolor en el pecho y la columna. Con una fuerte y grave depresión, según me transmiten sus familiares, esta situación habría recrudecido al enterarse de la revocatoria de la medida humanitaria solicitada. De hecho, la familia está preocupada por esta situación, por lo que esto pueda desencadenar.
¿Con esto nos quiere decir que tiene temor de que Pablo pueda atentar contra su vida?
Ese es el temor que su mamá me ha transmitido, y debo decirlo con sumo dolor, ese es el más grande temor de su mamá. Por eso vamos a solicitar nuevamente a la Defensoría del Pueblo que solicite la medida humanitaria que prometió y que nunca ha tramitado.
DC | 6topoder / Adrián Altuve