Tras la publicación de la nueva Providencia 11 del Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex), que reduce los montos de las asignaciones de dólares para viajes y reserva los trámites a la banca pública, los venezolanos que se encuentran en el exterior pasan penurias para cubrir sus gastos.
Aunque el Gobierno aseguró que los usuarios que ya tenían aprobados los llamados «cupos» mantendrían las condiciones anteriores, hay personas que están fuera del país que reportan inconvenientes para hacer uso de sus divisas a través de sus tarjetas de crédito.
Para Jorge Luis Gauthier, contador público, lo que planeó como un paseo para toda su familia se convirtió en una odisea. El viaje que organizó para asistir a la boda de su hijo en Chile resultó más traumático de lo que esperaba. Una vez fuera, él, su esposa y dos de sus hijos se quedaron sin la posibilidad de cubrir sus gastos.
«Los problemas empezaron luego de la publicación de la providencia. Las tarjetas empezaron a ser rechazadas, no sabemos si por el banco o por Cencoex directamente. Fueron días de incertidumbre, sin tener cómo pagar hospedaje».
Aunque Gauthier viajó con la idea de contribuir a cubrir los gastos del matrimonio de su hijo, fue su descendiente el que al final tuvo que ayudar a pagar sus consumos en Chile, de lo contrario, no habría tenido dinero para su manutención, la de su esposa y el resto de sus familiares.
«Además de no poder pagar lo que necesitas, está la incertidumbre de estar varado fuera de tu país sin dinero. El problema te consume al momento. La situación fue horrible porque soy un hombre honesto, no pagué mi viaje para raspar».
Pocas opciones
Ahora la preocupación de Gauthier es cuándo podrá regresar a visitar a su hijo. Tras la publicación de la nueva providencia, el monto autorizado para viajar a Chile pasó de un máximo de dos mil 500 dólares para ocho días a mil 500 por dos semanas, una disminución de 40 por ciento. Los boletos más económicos para Chile tienen un precio de mil 200 dólares.
El contador no tiene instrumentos de pago emitidos por un banco del Estado. «Tendré que hacer una cola en una entidad pública para abrir una cuenta y luego esperar seis meses por una tarjeta». De eso dependerá que vuelva a ver a su familiar.
El caso de Gauthier no es el único. En redes sociales como Twitter abundan las denuncias de usuarios que se encuentran fuera del país sin posibilidad de cubrir sus consumos y sin respuestas de sus bancos o el Cencoex. Muchos evitan contar sus historias por temor a no obtener una solución.
DC | LV