Se han producido intensos debates para caracterizar al régimen chavista, principalmente en la oposición, a veces se le compara con modelos similares del siglo XX, con las dictaduras fascistas de Benito Mussolini en Italia y de Adolfo Hitler en Alemania; con Rafael Leonidas Trujillo en República Dominicana, Anastasio Somoza en Nicaragua, a quien le decían fascista tropicalizado y Juan Domingo Perón en Argentina, quien combinó populismo con militarismo; muchos opinan que se siguen los pasos de Cuba y otros dicen que se asemeja al caudillismo militarista del siglo XIX y las primeras tres décadas del siglo XX venezolano.
Sin embargo, a las mayorías no les interesan esos análisis, la gente está pendiente del cúmulo de problemas que surgen en su diario trajinar; para ilustrarlo sirve el siguiente ejemplo, un ladrón roba en una casa mientras el dueño debate con él sobre filosofía, lo mismo ocurre en el país, dibujado en una estrofa del “Sangueo para el Regreso” de Alí Primera, referida al regreso de Bolívar “La Patria es una mujer y él regresó para amarla contra los que se desvelan tan solo por disfrutarla y en vez de darle caricias lo que hacen es manosearla”, pues si tuviera presente hoy, los últimos versos dirían y en vez de darle caricias lo que hacen es atracarla. Venezuela es una mujer que ha sido atracada.
Disculpas si alguien se ofende, pero esa frase expresa la realidad. No hay precedentes en nuestra historia, de un atraco de tal magnitud y cometido con la anuencia de todo el aparato de seguridad del país. Mientras eso ocurre, pues es inocuo debatir sobre izquierda o derecha. Además, los malandros carecen de ideología y usan su propio lenguaje comunicacional, su tarea es causar daño al otro, cosa que es más grave cuando son gobierno, porque el daño es para todos. Atracaron a PDVSA, la CVG, CADIVI, PDVAL, industria eléctrica, centenares de empresas productivas de la ciudad y el campo, 5 millones de hectáreas de vocación agrícola que hoy están abandonadas, al igual que otras 25 millones potencialmente explotables, ingentes cantidades de comida que pasan por las alcabalas fronterizas con la venia de las autoridades y el territorio convertido en puente del narcotráfico.
Al juzgar por los más de 70 mil millones de dólares que regalaron a otros países y los centenares de miles de millones de dólares que tienen en diversos bancos foráneos, no pueden inventar que los robaron para ayudar a los pobres como la leyenda de Robin Hood. Lo cumbre acá es que nadie se ha salvado del atraco, si no veamos todo el tiempo que llevamos haciendo colas para conseguir los productos; o el mal estado en que tienen a los hospitales, ambulatorios, escuelas, liceos y demás servicios públicos. Lo más lamentable es que no hay ninguna institución en la que se pueda colocar la denuncia, porque para la actual justicia bizarra, las víctimas son victimarias y corren el riesgo de caer en prisión o de ser asesinadas, ya son muchos los casos en nuestro país.
La única apelación posible es a la conciencia de la gente, no queda otro remedio, y el único medio que, actuando como tribunal, puede sentenciarlos y hacer justicia, es el voto, allí el pueblo que es la víctima se convierte en juez y a pesar que se haya equivocado en varias sentencias y el victimario cuente con mucho poder, todo apunta a que reaccionará castigando al culpable.
DC / Ing. Golfredo Dávila / Secretario General de Vanguardia Popular en el Zulia / @golfredodavila