El entrenador del Zenit, el portugués André Villas Boas, dijo después de que el Sevilla eliminase a su equipo en los cuartos de final de la Liga Europa que a su equipo le faltó «suerte» después de una «segunda parte muy buena» en la que su equipo «mereció la prórroga e incluso el 3-1».
Para Villas Boas, el Zenit se recuperó «con muy buen juego» del «golpe inicial del penalti» y estima que en el tiempo suplementario los rusos tenían «muchas posibilidades de pasar por el ambiente que han creado los aficionados», a los que quiso «agradecer su apoyo», reseñó EFE.
«Fuimos mejores y merecimos la victoria pero pagamos muy caro el error del penalti. El rival fue inexistente en la segunda parte pero supo marcar al final. Los jugadores hicieron un gran esfuerzo, ahora están bastante desanimados por la eliminación», añadió el preparador luso.
Villas Boas destacó la ausencia del argentino Ezequiel Garay, sancionado, como «determinante» para su eliminación, así como «la baja de cuatro jugadores que faltaron en la ida», lo que acortó su plantel, algo «muy perjudicial para enfrentarse a un gran equipo como el Sevilla».
El preparador portugués lamentó la señalización de un «penalti dudoso» que propició el primer gol del Sevilla, ya que le «pareció más un contacto del jugador» sevillista «que una falta» de su defensor pero no reprobó al árbitro italiano Nicola Rizzoli, pues «era una jugada muy complicada de juzgar».
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