El organismo de seguridad, molesto porque Boca Juniors le levantó el derecho de admisión a uno de sus hinchas más violentos, puso en duda el superclásico del domingo con River Plate por la liga local ya que no le enviaría a los policías encargados de garantizar el orden en el estadio La Bombonera y sus alrededores.
“Si Boca sigue con la tesitura de admitir a los violentos, no tengo por qué asegurarles la seguridad en el partido”, afirmó hoy el secretario de Seguridad Sergio Berni, un día después que Boca le devolviera el carnet de socio a Mauro Martín, uno de los principales líderes de los barrabravas del club.
Entre otras cuestiones judiciales, Martín está imputado por “asociación ilícita” como presunto jefe de la barrabrava boquense.
Boca y River no reaccionaron de inmediato ante la puesta en duda de ese partido en la cancha de Xeneizes y que encuentra a ambos compartiendo la cima de la tabla. Ambos clubes chocarán después dos veces más por los cuartos de final de la Copa Libertadores, aunque la advertencia de Berni solo contempla el encuentro del domingo por el campeonato argentino.
“Bajo estas condiciones no estoy de acuerdo en darle seguridad a todos aquellos dirigentes que en un partido de fútbol lo único que miran son las ganancias que generan y no se preocupan por la seguridad”, destacó Berni a Radio con Vos.
De vuelta
Boca reincorporó a Martín como asociado después que la Cámara de Apelaciones hizo lugar al reclamo de ese hincha para volver a los estadios. La misma suerte podría correr en las próximas horas Rafael Di Zeo, otro de los líderes de los barras de Boca.
“Se hizo justicia”, destacó a la prensa Martín, quien tenía la entrada prohibida desde agosto de 2012, días después de participar de una batalla con otros violentos de Boca en una autopista argentina y en la que recibió un balazo en el estómago.
Martín cumplió una condena a seis meses de cárcel por desobedecer una prohibición judicial de concurrir a La Bombonera, además de contar con una causa en la que fue primero procesado y luego sobreseído por el asesinato de una persona por una discusión ajena al fútbol.
Presiones políticas
El malestar de Berni también estaría relacionado porque esta semana apartaron al parecer por presiones políticas a un juez, Manuel del Campo, que investigaba en varios causas a los hinchas más violentos de Boca.
“Lo más grave es que después de dos años y medio de la profunda investigación que hizo Manuel De Campo sobre el funcionamiento de las barras, en esta semana lo han sacado la causa con una maniobra judicial y estamos volviendo a fojas cero”, dijo Berni.
Campos había puesto bajo la lupa la posible relación entre dirigentes e incluso jefes policiales con barras de Boca.
DC | AP