La docencia ha sido la principal vocación de Oscar Belloso Medina, quien hasta hoy se desempeñará como rector de la Universidad Rafael Belloso Chacín (Urbe), en su natal Maracaibo.
Traspasará el mando a Oscar Belloso Vargas, el único varón de sus siete hijos, después de 25 años ininterrumpidos al frente de esta casa de estudios superiores que fundó en 1989.
A sus 71 años e inmensamente satisfecho por la labor cumplida, el profesor universitario, político, parlamentario, médico cirujano, doctor en ciencias pedagógicas y en ciencias de la educación, y postdoctor en gerencia para la educación superior habló, en exclusiva, con PANORAMA, desde su despacho.
— ¿Cómo surgió y qué lo motivó a fundar la Urbe?
— Desde 1962, ya bachiller, comencé a dictar clases de biología en colegios, mientras estudiaba medicina, orientado por mi padre, el doctor Rafael Belloso Chacín.
Pasados los años, me convencía más de que mi verdadera vocación era la docencia y en 1967 fundé el Instituto Universal, para egresar a mayores de 25 como bachilleres, con libre escolaridad. Al consolidarse el instituto, me dediqué, junto con siete profesores, durante cuatro años, a la preparación en bachillerato de 21 reclusos en la cárcel de Sabaneta, para ayudarlos a ser alguien en la vida cuando salieran del penal. Coordinaba y daba clases de biología. Es una de las cosas que más me ha llenado espiritualmente. Después, en 1982 fundé el Colegio Universitario Rafael Belloso Chacín ( Cunibe), que dirigí durante 7 años. Iba buscando llenar todos los vacíos en la educación en Maracaibo y en el país. Luego, en 1989 salió la resolución en Gaceta Oficial del funcionamiento de la Universidad Rafael Belloso Chacín (Urbe).
— ¿Qué fue lo más difícil de la fundación de la Urbe y cómo lo superó?
— Me beneficié económicamente de unas ofertas del Gobierno de México que garantizaban la inversión. Obtuve una ganancia muy alta con negocios inmobiliarios en Ciudad de México y Acapulco. Pero, decidí irme al avizorar dificultades cambiarias. Coloqué ese dinero en cuatro bancos en Miami y cuando me aprobaron la universidad me traje 130 mil dólares, que me permitieron comprar el terreno de 7 hectáreas al Banco Mercantil y comenzar a levantarla. Apenas logré terminar dos bloques, y me metí, entonces, en una deuda con siete bancos (de Maracaibo, Hipotecario del Zulia, Latino, Hipotecario Latino, Hipotecario de Occidente, Unión e Hipotecario Unido) para culminar los otros dos módulos.
— ¿Cuál ha sido su mayor logro como fundador y rector de la Urbe?
— Poder contribuir con el país egresando, período tras período, unos dos mil profesionales de las distintas ramas, bien preparados, a quienes les inculcamos mantenerse estudiando y buscar trabajo en Venezuela. Ellos se van bien preparados, porque aquí hay muy buenos profesores, muy bien remunerados, con instalaciones cómodas y con todos los equipos más modernos que para educación existen en el mundo. Y una de mis grandes alegrías fue cuando me entregaron el doctorado honoris causa de LUZ. Es mi más alto galardón.
— ¿Considera terminado el proyecto Urbe o deja algo pendiente que le tocará a su hijo hacer realidad?
— Le dejo a mi primogénito, el doctor Oscar Belloso Vargas, todo funcionando y de calidad. Pero, la tecnología es muy cambiante y él tiene que actualizar todos los sistemas, que la Urbe se convierta es una empresa especializada en proveerse sus propias soluciones de tecnologías de información, por ejemplo. Yo siempre me he preocupado por tener los equipos de tecnología más sofisticados. Por ello, fundé también Urbe Televisión y Urbe 96.3 FM, la única, por cierto, que me está produciendo ganancias, porque la universidad está perdiendo el 10,03% mensual, dado que el Gobierno no permite el aumento del costo de la unidad de crédito.
El costo del alumno siempre ha sido bajo. Hoy, un alumno promedio paga menos de mil bolívares al mes. He tenido que hacer maravillas. Me preocupa, pero no lloro, porque estas pérdidas las cubre la universidad y me doy la satisfacción de que en cada cuatrimestre egresan dos mil profesionales.
— ¿Deja en planes la expansión de la Urbe?
— Me están animando para montar la Urbe en Miami y el proyecto está bastante adelantado, pero a menor plazo me está motivando el traslado a Colombia, a la Universidad del Cesar, para no tener que construirla. Ya tenemos convenios con cuatro universidades del vecino país.
— ¿Qué consejos le da a su hijo como nuevo rector?
— Le dejo todos los departamentos bien atendidos, con profesionales ‘ad hoc’ y lo que el debe hacer es repotenciarlos y actualizarlos. Él conoce mi estilo, porque ha trabajado conmigo desde 1982. Sabe cómo he trabajado y que me ha ido bien. Pero, el verá, al usar su propio estilo, lo que debe hacer. Con el equipo que le dejo y con su dinamismo va a lograr un total éxito. Yo creo en el relevo generacional.
— ¿Qué siente cuando los estudiantes le llaman tío?
— Siento una gran alegría y el compromiso de seguir adelante. Lo inventaron ellos hace muchos años al notar en mi una persona dinámica, trabajadora, con muchos compromisos, pero que los atendía siempre. Cargo siempre una libreta con mi nombre en la que anoto lo que me solicitan.
— ¿Cómo ha concebido su futuro sin la universidad? Se retira?
— No, no me retiro, yo me quedo, porque creo que todavía hago falta. El día que considere que no hago tanta falta me voy a tomar más tiempo para mí, mi señora, mis siete hijos y mis 18 nietos. Seguiré como presidente del Consejo Superior, desde mi oficina de siempre, ayudando a la universidad en general y al rector las veces que me lo solicite, porque no lo voy a tutorear. Él sabe cómo son las cosas aquí.
Fuente: DC|Panorama