Ciudadanos, gremios, sindicatos y estudiantes marcharon hasta la Plaza Juna Maldonado frente al Palacio Episcopal donde entregarían un documento solicitando a la Iglesia católica su intercesión como garante no sólo de los derechos humanos de quienes son presos políticos, sino de los derechos civiles y electorales de los venezolanos.
Entre los asistentes, particularmente los hombres, mostraron su cabeza rapada o con cortes muy bajos en respaldo al ex alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos, a quien le afeitaron su cabeza luego de ser trasladado al anexo de la cárcel de San Juan de los Morros el pasado fin de semana tras iniciar una huelga de hambre en la cárcel militar de Ramo Verde donde permanecía recluido desde el primer momento de su detención en marzo de 2014.
Algunos de sus amigos y trabajadores del ayuntamiento de San Cristóbal con sus cabezas rapadas vistieron prendas amarillas e hicieron todo el recorrido con sus manos encadenadas emulando a Ceballos
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