El presidente Barack Obama acogería con benéplacito la oportunidad de visitar Cuba en el futuro cercano, afirmó el jueves en conferencia de prensa el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest.
“Sé que a él le daría mucho placer la oportunidad de visitar la isla de Cuba y en particular, La Habana”, respondió Earnest a una periodista cubana que conforma una delegación de prensa oficial que se encuentra en Washington para la cobertura de la ronda de negociaciones entre Estados Unidos y Cuba.
En un clima de expectativa por el logro de un acuerdo, la cuarta ronda de conversaciones entre Cuba y Estados Unidos se inició el jueves y se extenderá hasta el viernes. “Hemos avanzado en las negociaciones”, declaró Yuri Gala López, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, al finalizar la sesión. La vocera del Departamento de Estado, Marie Harf, se limitó a indicar que las conversaciones se retomarían el viernes y que se realizaría una conferencia de prensa, sin dar más detalles.
Las conversaciones comenzaron en la mañana en la sede del Departamento de Estado en Washington, encabezadas por la subsecretaria de Estado para los Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, y Josefina Vidal, directora general para Estados Unidos del MINREX.
Me complace recibir a oficiales cubanos para esta ronda de conversaciones para restablecer relaciones diplomáticas. pic.twitter.com/0XPO4VmEKy
— Roberta Jacobson (@WHAAsstSecty) Mayo 21, 2015
La extensión de las conversaciones un día más sugiere que el funcionamiento de las embajadas se mantiene como un tema controversial, aunque las partes llegaron a la mesa de discusión mostrándose optimistas sobre la posible finalización de un acuerdo para abrir sedes diplomáticas.
Desde el punto de vista de los cubanos, con la salida de la lista de países patrocinadores del terrorismo y el acuerdo alcanzado con el banco Stonegate del sur de la Florida, los principales obstáculos para la restauración de relaciones ya han sido superados.
Según un reporte de la prensa oficial que acompaña a la delegación cubana, Cuba llega en un “momento muy favorable” a la mesa de negociaciones. La sede de la futura embajada en Washington, que actualmente acoge a la Sección de Intereses, está siendo actualmente remodelada.
Contacto de diplomáticos con cubanos
Para Estados Unidos, es esencial “garantizar que la futura embajada estadounidense pueda funcionar como otras misiones diplomáticas en otros lugares en el mundo”, según declaró Jacobson en una audiencia en el Senado el miércoles. Eso significa que sus diplomáticos puedan moverse con más libertad dentro de la isla –actualmente solo pueden salir de La Habana con autorización, por ejemplo, para visitar presos estadounidenses en otras provincias–, que la valija diplomática sea respetada y que las autoridades cubanas disminuyan el nivel de escrutinio a los cubanos que deseen acercarse a la sede.
Earnest dijo este jueves que los diplomáticos estadounidenses en Cuba, “desean hacer lo que hacen los diplomáticos en todo el mundo, no solo relacionarse con los líderes de los gobiernos sino también con el pueblo, con aquellos ciudadanos que vivan fuera de La Habana…y cubanos que no apoyan al gobierno; y tener esa libertad para relacionarse con el pueblo cubano es una parte importante de nuestra relación”.
Los programas prodemocracia que tienen lugar en la Sección de Intereses de EEUU en La Habana, en particular los cursos para periodistas independientes, son una interrogante, luego de que fueran criticados por Raúl Castro y funcionarios de la cancillería cubana. La funcionaria de alto rango del Departamento de Estado defendió los programas y dijo que EEUU tenía esas iniciativas en otros lugares del mundo y que eran impartidos por profesores y expertos, pero no descartó que pudieran cambiar en el futuro.
“Tenemos que ser cuidadosos y no pensar que esos programas son estáticos y están separados de los cambios en el ambiente en que ellos operan”, dijo.
No obstante, los estadounidenses también creen que un acuerdo es posible. La misma fuente diplomática comentó que estaban “más cerca de lo que hemos estado en el pasado, y entiendo que los negociadores cubanos vienen con el deseo de completar el proceso”.
Por primera vez en más de medio siglo, periodistas de la prensa oficial cubana participaron en una conferencia de prensa ofrecida por la Casa Blanca, entre ellos reporteros de medios oficiales como Granma, Juventud Rebelde y Cubadebate, otro de los resultados palpables del acercamiento entre ambos países.
Pero el intercambio con el portavoz de la Casa Blanca ilustra los dilemas que tendrá la prensa cubana oficial en el futuro.
Al responder a una pregunta de una periodista de la televisión estatal cubana sobre el futuro de los programas prodemocracia, Earnest destacó la preocupación de Estados Unidos sobre la situación de los derechos humanos en la isla.
“Continuamos teniendo una gran preocupación por cómo el gobierno cubano, de manera frecuente, falla en respetar los valores universales de derechos humanos que son tan importantes para nuestro país y hay muchos activistas políticos, periodistas, que ven su libertad de expresión y asociación limitada por el gobierno cubano. Eso sigue siendo una gran fuente de preocupación, no solo del presidente sino también de los americanos y esperamos que el acercamiento ayude al pueblo cubano y que el gobierno cubano entienda cuán importante es el respeto a los derechos humanos.”
“Nuestra aspiración para el pueblo cubano es que puedan expresar en público sus opiniones y su disenso sin miedo a sufrir represalias”, subrayó.
El intercambio ha sido parcialmente reflejado en los medios cubanos. Los primeros reportes no mencionaron la respuesta de Earnest. Un artículo ampliado en la tarde en el sitio web Cubadebatelo resume de este modo: “también repitió, como lo han hecho otros voceros estadounidenses, que Washington intenta ‘el cambio que nos gustaría ver en Cuba’, aludiendo al esteriotipado [sic] tema de los derechos humanos”.
Por su parte, Juventud Rebelde publicó—tampoco de manera inmediata—que “no podía faltar la postura habitual de expresar ‘el cambio que nos gustaría ver en Cuba’ y las alusiones a supuestas falta de libertades de los cubanos y los derechos humanos”, mientras Granma, órgano oficial del Partido Comunista obvió por completo las declaraciones.