Apoyan el proceso. O tienen que hacerlo. Muchos son trabajadores de la Gobernación del Zulia y otros revolucionarios por convicción. Todos asistieron ayer a la marcha oficialista del 1 de mayo, pero a algunos les costaba identificar el motivo de la concentración. No sabían si caminaban por la lucha o la victoria antiimperialista, el respaldo al presidente obrero Nicolás Maduro o las reivindicaciones laborales. Solo coincidieron en un punto: esperan que el Gobierno nacional y regional cumpla su promesa y acabe con las tercerizaciones.
Pedro Avendaño, dirigente, marchó por la “dignidad” y toda la problemática que hay en el país. “Hoy tenemos una buena reivindicación salarial, pero lo que nos perjudica es el alto costo de la vida y los malos proyectos que unos dicen que son de la oposición, pero de verdad son de gente inescrupulosa que nos ataca por todos los lados”.
A diferencia de la marcha opositora, los oficialistas zulianos sí tenían muchas expectativas sobre los anuncios que haría el mandatario nacional en el denominado «revolcón económico». A pesar de su lealtad y respaldo al proceso, aceptan, de manera tímida, que la situación del país no está bien y que necesitan un aumento de salario y que se destraben las discusiones de las contrataciones colectivas.
La caminata, que partió desde las inmediaciones del centro comercial Ciudad Chinita, fue recibida por Francisco Arias Cárdenas, gobernador del estado, en la Plaza Bolívar. Allí, desde una tarima instalada a las afueras del CLEZ, el ejecutivo regional definió el acto como una «manifestación de fe en nuestro país, en nuestras propias potencialidades, de acompañamiento necesario al presidente Nicolás Maduro, de compañía en el esfuerzo para construir, para producir”.
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