Al menos cuatro personas han muerto este sábado en el accidente de un avión militar de carga A400M cerca del aeropuerto San Pablo de Sevilla, según ha confirmado el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, que ha concretado que en el aparato iban un total de seis personas. Los dos heridos, uno grave y el otro muy grave con politraumatismos y quemaduras de segundo y tercer grado, han sido trasladados a dos hospitales de la capital andaluza. El avión, que estaba en pruebas, se ha precipitado tras la maniobra de despegue.
Poco después de avisar a la torre de control de problemas en el vuelo, el avión se ha estrellado con una torre de alto voltaje. En el lugar del suceso se divisa una montaña de ceniza, una parte de la torre de electricidad derrumbada, el cable contra el que colisionó el avión y los restos del aparato desperdigados por el campo, entre ellos sus ruedas. Una de las primeras personas que ha llegado al lugar del siniestro ha asegurado que «casi todo el avión ha quedado convertido en cenizas». De la investigación se ha hecho cargo la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil, bajo las órdenes del Juzgado de Instrucción 13 de Sevilla.
Rajoy, que estaba en pleno mitin al conocerse la noticia, ha mostrado su «pesar» por lo sucedido. «Nos solidarizamos con las víctimas y sus familias y manifestamos nuestro pesar. Estamos a su disposición y de todas las familias», ha aseverado Rajoy. «En este momento tengo que pediros dar por finalizado [este encuentro], porque me acaban de comunicar que un avión Airbus se ha estrellado», ha añadido. Todos los actos de campaña del PP y del PSOE previstos para este sábado han sido suspendidos.
El A400M es el avión militar de hélice más grande del mundo y su ensamblaje final se realiza en la planta de Airbus Military de la capital andaluza. La producción industrial del modelo arrancó en 2011 tras algunos retrasos. El proyecto nació en 2003 tras el acuerdo de siete países (Alemania, Francia, España, Reino Unido, Turquía, Bélgica y Luxemburgo) que se comprometieron a comprar 180 unidades.
El programa tenía previsto una inversión inicial de 20.000 millones de euros, desembolso que se ha visto incrementado en otros 11.000 millones por la cantidad de tecnología que precisa este modelo. En cuanto al avión siniestrado, esta unidad del A400M todavía no se había entregado a su comprador, Turquía, y seguía siendo propiedad del fabricante europeo.
En el caso de España, el Gobierno ha comprometido la compra de 27 aviones de este modelo. La primera entrega estaba prevista para el inicio de 2016. El objetivo es reemplazar a los aparatos estadounidenses de transporte táctico Hércules C-130, en servicio en el Ejército del Aire desde 1973.
Aunque el accidente se ha producido fuera del perímetro del aeropuerto, el aeródromo se encuentra no operativo y no están aterrizando ni despegando aviones al no poder contar con los bomberos. Los vuelos se han desviado a Málaga y Jerez.