El presidente de la Academia Venezolana de la Lengua, Francisco Javier Pérez, informó que diez venezolanismos fueron incluidos en la edición 2014 del diccionario de la Real Academia Española.
Borona, chamo, emparamar, faramallero, leche (suerte), mecate, pana, pasapalo, rasca y sócate ya son vocablos venezolanos con el reconocimiento de la RAE.
«Los venezolanismos son palabras y expresiones que nacen de nuestro modo de hablar, se conocen y se interpretan por venezolanos», dijo Pérez.
Manifestó que los criollos tenemos en nuestro modo de hablar frases coloquiales muy nuestras, refranes y palabras que se perderían en cualquier traducción oficial.
El origen de algunas se pierde en la historia y muchas vienen de vocablos en otros idiomas que fueron venezolanizados en la jerga popular. «La presencia de palabras provenientes de otros idiomas constituye un enriquecimiento del idioma español», manifestó.
Precisó que hay expresiones que se han adoptado en el castellano venezolano, como por ejemplo fino, que proviene del inglés fine (bueno, de buena calidad), okey (muy utilizada para estar de acuerdo con algún tema, para decir que está bien).
También están aló, proveniente de Hallo (hola, en alemán) palabra que se utiliza al responder una llamada telefónica, y birra, palabra italiana equivalente a cerveza.
El lexicólogo aseguró que los cambios sociales alimentan el castellano y las expresiones venezolanas representan el saber y la conducta de una comunidad.
«Si una palabra se instala en un grupo es porque cuenta con una característica esencial que es el uso cotidiano del hablante, y esto va surgiendo por los cambios sociales de cada país», expresó.
«El vocablo revela la aparición de un estado de madurez e identifica a los hablantes frente a los hablantes de otros pueblos», destacó Pérez.
Expresó que es arriesgado tratar de encajar todas las frases y dichos en un lapso determinado de la historia debido a que hay algunos que, pese a su uso actual, se gestaron en épocas remotas.
Los venezolanos somos muy creativos a la hora de incorporar nuevas expresiones en nuestra lengua cotidiana, y eso queda demostrado en los más de mil venezolanismos que son aspirantes a ser incorporados todos los años en las ediciones del diccionario de la Real Academia Española.
DC | ÚN