Como discriminatoria y excluyente califican los colombianos la medida adoptada por algunos supermercados y farmacias, donde se prohíbe la venta de productos a extranjeros aunque estén nacionalizados.
«Tengo 30 años viviendo en Venezuela, tengo mi cédula vigente y aun así no puedo comprar, esto es un atropello», denunció Felipe Castellano, padre de familia.
Indicó que este fin de semana tuvo que salir con las manos vacías de una farmacia ubicada en la calle 5 de Julio, pues no le permitieron comprar artículos de aseo personal para su hija.
«Me dijeron que no pueden venderme ningún producto porque tengo cédula amarilla y fui víctima de maltratos por parte del personal de vigilancia».
Consideró que las decisiones que se tomen en los establecimientos en contra de los llamados «bachaqueros» no deben afectar a todos los ciudadanos.
Los negocios aplican la medida pese a que Billy Gasca, secretario general de la Gobernación del Zulia, ordenó este año atender a los extranjeros cuando tengan sus documentos legales.
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