Nivis Bracho, PHD en ingeniería ambiental y experta del Centro de Investigación de Calidad del Agua de la Universidad del Zulia (LUZ), informó que “el último estudio se hizo en la sede del Core 3 (Comando de Zona para el Orden Interno 11 Zulia) con tres tipos de marcas hace dos años y todas las pruebas dieron que en un 50% estaban contaminadas por que su punto crítico es el lavado y el deterioro del botellón”.
“El problema es que cuando los botellones están muy deteriorados se adhiere una película bacteriana que no se puede quitar. A la población lo que le digo es que si entregan un botellón nuevo, le devuelvan uno nuevo”, explicó Bracho.
“Hay muchas empresas, que en su mayoría son clandestinas, solo una de la Costa Oriental del Lago nos pidió una investigación seria, que duró dos años, y ya está por publicarse un artículo arbitrado en una revista científica”, añadió la miembro del Centro de Investigación de Calidad del Agua de LUZ.
“Las empresas solo acuden para que se les haga un análisis, más no investigación dentro de su empresa. Pero el usuario tiene que estar pendiente (…) y en muchos restaurantes sirven en jarras el agua de botellón, hay unos que ya colocaron su propia planta de tratamiento con rayos ultravioleta y la utilizan para cocinar y lavar los alimentos”, apuntó.
En mayo del año pasado, Melsi Cuenca, comisionada de planes y proyectos de Protección Civil-Zulia, informó que el 60% de las embotelladoras de agua en la región incumple con las normas de seguridad y sanidad.
“Este operativo busca acabar con la venta clandestina del agua que vienen afectando a los zulianos por el consumo del agua que suministran”, dijo en esa oportunidad.
PANORAMA consultó ayer a algunas autoridades encargadas de la fiscalización de las empresas embotelladoras como Protección Civil (PC) y en lo que va de año “no han realizado ni el primer operativo”, dijo un funcionario de ese organismo.
Enrique Parra, intendente de Maracaibo, recordó que su despacho el año pasado participó en un operativo acompañando a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y PC que son los entes encargados.
“Próximamente haremos una jornada de este tipo sobre todo en las empresas y negocios que las venden, pues hemos recibido muchas denuncias sobre el trasegado, es decir, el vaciado de botellón a botellón, que no cumple con las normas debidas”, adelantó Parra.
Sobre el agua que llega a través de los embalses, Alberto Trujillo, exdirector del Ministerio de Ambiente, hoy de Ecosocialismo y Aguas, explicó que Hidrolago tiene sus laboratorios que hace los análisis que exigen las normas sanitarias y los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con sus características organoeléctrica.
“El agua que viene de los embalses trae cierta turbidez, pero cuando viene con lluvia trae una turbidez más alta por lo que en la planta tendrán que aplicar más químicos como sulfato de aluminio, cloro, para oxidar materia orgánica y desinfectar (…), pero el agua que llega la red de distribución que sale de planta C es de buena calidad”, dijo el también asistente del Centro de Investigación de LUZ.
También aclaró que el agua mineral y el agua de botellón “no es la misma”.
“La mineral es la que sale del subsuelo y no se le puede aplicar ningún tratamiento porque se le altera sus condiciones solo pueden filtrarla y desinfectarla con luz ultravioleta y todo el procesamiento tiene que hacerse en unidades de acero inoxidable y su control de calidad está bajo el Ministerio de Salud y el Ministerio de Ecosocialismo y Aguas (…)”.
En cambio, sobre el agua potable embotellada, alertó que se está comercializando sin ninguna autorización alertó sobre el proceso de trasegado por el grado de contaminación que genera.
Justamente, en un recorrido que hizo este rotativo por la ciudad pudo apreciarse la proliferación de ventas de agua de botellón en condiciones no adecuadas, algunas registradas para prestar este servicio, otras son solo la fachada de una vivienda.
Fuente: DC|Panorama