Los gobiernos no hacen suficientes esfuerzos para impedir a sus ciudadanos unirse a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, dijo el viernes la embajadora estadounidense en la Organización de Naciones Unidas (ONU) antes de una reunión del Consejo de Seguridad.
El Consejo se reunió con los ministros del Interior de sus 15 países miembro para debatir este tema por primera vez desde la difusión de un estudio de Naciones Unidas que muestra un aumento del número de combatientes yihadistas extranjeros, mencionó AFP.
«No existen suficientes acciones globales para criminalizar e impedir verdaderamente los desplazamientos de estos combatientes extranjeros desde y hacia las zonas de conflicto», lamentó Samantha Power.
«Necesitamos que los Estados avancen y creen nuevas leyes si no lo han hecho aún, que apliquen las leyes si no lo hacen, y que tomen medidas concretas para impedir viajar a los combatientes extranjeros», agregó.
Un estudio realizado por un grupo de expertos de Naciones Unidas reveló que ha habido un incremento de 71% del número de combatientes extranjeros entre mediados de 2014 y marzo de 2015.
«El flujo está siendo más significativo de lo que jamás ha sido históricamente, e involucra sobre todo movimientos hacia Siria e Irak, con un problema creciente en Libia», dice el estudio.
En torno a 25.000 combatientes extranjeros procedentes de 100 países se han unido a las filas de grupos armados locales, según este informe.
El Consejo de Seguridad adoptó una resolución en septiembre para instar a los gobiernos a procesar ante la justicia de sus países a sus nacionales que se unan o intenten unirse a estos grupos yihadistas.
Pero esto no ha evitado que una cantidad creciente de extranjeros viajen desde Marruecos, Túnez, Francia y Rusia, y la ONU afirma incluso haber constatado que también han salido de las Maldivas, Finlandia y Trinidad y Tobago, así como de países de África subsahariana.
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