Por fin después de estar sin luz desde las primeras góticas de agua que cayeron anoche, acaba de llegar la corriente. Gracias Maduro, gracias Diosdado (aunque de ti después de lo que le hiciste a Teodoro se puede esperar cualquier cosa) y por supuesto gracias Jesse. De todos modos me veo obligado a felicitarlos y darles las gracias de nuevo, por las 18 horas de pura patria a tientas y sudada de la buena, en esta Maracaibo y en este mi Barrio Empedrao, donde a las casas el sol las pone a reverberar los casi 50 grado de calor incandescente.
Me había jurado dejar esta manía de andar ojeando libros y curucuteando al profesor Google, que ya es bastante pedir, en eso de no equivocarme a la hora de citar fuentes y datos estadísticos, acerca de la crisis que hoy soportamos como el pan nuestro de cada día; pero es el caso que a raíz de las dos explosiones que se sintieron en la calle Federación, acompañadas del súbito apagón, lo primero que recordé fue el texto aquel de Aquiles Nazoa, donde el tipo echando chispa termina diciendo: ¡Mañana al amanecer demando a la compañía!
No es que quiera volarle los fusibles a nuestro ocupadísimo Presidente, pero todavía recuerdo aquel luminoso 23 de abril del 2013, cuando en cadena nacional anuncio la aprobación de la Gran Misión Electricidad, para ahorrar 1400 MW y una organización por Estado con un jefe eléctrico, el Gobernador, y un jefe militar que garantizarían la seguridad y funcionamiento del sistema. También recuerdo que al igual que el cuento de Nazoa, amenazó con un ¡Mañana explicaremos en detalles todo lo referente a la estrategia, mañana le diremos todo el plan!
Consiente de que hoy carga más de un sol en la espalda, tampoco pretendo distraer de sus atribulados asuntos tribunalicios al camarada Diosdado, pero debo recordar que no fue en el ABC ni tampoco en El Nuevo Herald y mucho menos en el The Wall Street Journal, sino en los periódicos nacionales, donde el 02 de diciembre del 2013 y a raíz de un apagón nacional, señaló que no descartaba que el reciente apagón del país no fuera un accidente, sino que el saboteo eléctrico de ese día, era parte del plan de la derecha y la trilogía del mal.
Tampoco es que la quiera agarrar con él, pero aquí nadie debe olvidar que a principio del 2014 el ministro de la tinieblas, canturriandito su “soy consiente soy eficiente”, nos invito a convencernos de que el sistema eléctrico debe ser la palanca de desarrollo del nuevo siglo de Venezuela para lograr el gran salto industrial, y que en consecuencia le aceptáramos su aumentico en las nuevas tarifas eléctricas. Tampoco nadie podrá olvidar que ese ministro pidió cien días para darnos más luz que el sol y la luna y ahora anda convencido de que ni renuncia ni lo renuncian.
Quien la va a chillar porque destituyan a un Ministro, hermano por cierto de un bolibanquero corrupto, que Chávez mandó tras las rejas y que ahora anda como candil de la indecencia, alumbrando sus apagones con resplandecientes dólares. Quien en medio de tanta oscurana no va hasta aplaudir, si el día menos pensado, se le prende el bombillo a Nicolás y desenchufa de un solo jalón y para siempre al electrificante Jesse Chacón.
DC/ Abog. Douglas Zabala/ @douglazabala