Cuando el Gobierno anunció el 2 de marzo de 2012 en Gaceta Oficial No. 39875 la medida de aplicación del chip de gasolina denunciamos públicamente desde Voluntad Popular los inconvenientes y desaciertos que traería este método de racionamiento.
Advertimos que, tal como sucedió en Táchira, el chip sólo traería penurias a los zulianos y que debía atacarse la raíz del problema en la frontera por donde siguen pasando los camiones cargados de combustible y no tratar como delincuentes a los dignos trabajadores del volante y demás conductores de la región.
Además de las dudas sobre la contratación millonaria que se hizo para aplicar esta tecnología que aludía a algunos enchufados regionales, explicamos en ese entonces que el chip traería serios inconvenientes a los zulianos y hoy vemos como ese fracaso anunciado se hizo realidad.
Pero la «burrada» del chip (tal como denominamos uno de nuestros artículos publicados en julio del 2012) continuó y con ella nuestro rechazo público y vehemente. Han sido más de 16 ruedas de prensa, seis artículos de opinión y cientos de tuits dedicados a ese tema haciendo propuestas más viables.
Como legislador exigí el 27 mayo del 2014 ante el CLEZ que se investigaran quiénes eran los corruptos de PDVSA que contrabandeaban la gasolina a Colombia y di a conocer la “Propuesta 123” que consistía en: 1) La zonificación de las regiones para la distribución equitativa de combustible. 2) El equipamiento y supervisión de la GNB y el Ejército en los puntos de control río El Limón y Carrasquero con funcionarios honestos pues es inconcebible que por las mismas alcabalas pasen todavía impunemente los camiones con gasoil y gasolina. 3) La instalación de rastreadores GPS a las gandolas de PDVSA, ya que constituye un procedimiento más factible, en comparación con la instalación de los otros dispositivos propuestos. Como respuesta la bancada oficialista se indignó con la petición de investigar gerentes de PDVSA y solicitó un voto de censura en mi contra. Por cierto que un año después, la detención de Gladys Parada y la intervención de la Dirección de Mercado Interno de PDVSA, nos dieron la razón en todo esto.
En ese entonces también dijimos que, dada a la inoperancia de los pocos puntos de colocación de chip, para cubrir todos los carros del Zulia se requerirían más de 30 años, porque el parque automotor es de 640 mil vehículos, según las cifras oficiales que maneja el Ejecutivo regional y sólo están habilitados cinco puntos: La Barraca (Milagro Norte), Cuartel Libertador (Para el transporte público), muelle de Pequivén (El Milagro), Base Aérea Rafael Urdaneta (Baru) y recientemente el comando de la GNB detrás del hospital Noriega Trigo (San Francisco).
Es por eso que estamos viendo esas larguísimas colas de más de 200 vehículos en la fijación del código de barras que puede consumir más de diez horas de espera, debido a que el trámite involucra varias revisiones, entre ellas la del Cicpc (Seriales, situación legal del vehículo) y el registro digital del chip ante el Ministerio de Petróleo y Minería.
¿No era más fácil resolver el problema de seguridad fronteriza que propusimos? ¿Cuál es la intención con la terquedad de este chip? ¿Por qué este gobierno odia a los zulianos? Y la pregunta más importante: ¿Por qué tenemos un Gobernador que no sólo permite esto sino que lo apoya?
Porque en realidad el gran problema de los zulianos no es el chip. Tampoco son las colas para comprar alimentos. Ni que se vaya la luz. Ni que haya sequía. Ni la inseguridad. Ni tantos males que el chavismo-madurismo trajo a nuestra región. El verdadero problema de los zulianos es que tenemos un gobernador que no quiere al Zulia. Que no defiende a esta región tan próspera que lo ha dado todo. Que tenemos un gobernante anti zuliano a quien no le duele esta tierra.
DC / Lester Toledo / Diputado CLEZ / @LesterToledo