«Yo sí creo en la eficiencia o nada. Si en 100 días no logramos lo que tenemos previsto – estabilizar el sistema eléctrico-, renuncio y le doy paso a un venezolano que lo pueda hacer mejor», dijo el ineficaz ministro de Energía Eléctrica Jesse Chacón el 25 de abril de 2013. La renuncia de Chacón debió haberse producido, según mis cálculos, el 2 de agosto de ese año, es decir, hace 632 días, pues así se comprometió públicamente.
Ciertamente el sistema eléctrico no solo es inestable sino que la crisis es cada día peor. Según expertos el consumo nacional desde el 2009 solo ha aumentado 201 megavatios por año, un incremento que es lógicamente moderado si tomamos en cuenta el crecimiento del país. Pero la ausencia total de inversión lógica que hacen todos los gobiernos, está ausente en este modelo socialista.
Una ausencia de inversión en nuevos proyectos y además de mantenimiento, pues aunque el sistema eléctrico nacional tenía instalados 33 mil 333 megavatios al cierre de 2014, solo 16 mil 97 estaban disponibles, lo cual evidencia la desinversión de este gobierno en materia eléctrica.
Un ejemplo de ello es el incumplimiento del cierre del ciclo combinado de la planta Termoeléctrica de Bachaquero, de la cual se especifica en la propia página oficial de Corpoelec, cuya ejecución se estimó desde julio del 2007 hasta diciembre del 2011. ¿Qué pasó con esos 830 millones de dólares que presuntamente se ejecutaron en esa planta y nunca se llegó a superar el 20% de desarrollo en la obra? ¿Qué pasó con Termozulia II en La Cañada de Urdaneta desde donde el propio Chávez hizo un Aló Presidente en 2009 y cuyo valor fue de mil 300 millones de dólares? O Termozulia III que se ha chupado la bicoca de un mil 70 millones de dólares. Todo este dinero despilfarrado y el Zulia sufriendo apagones.
Un mil 715 millones de dólares asignados para la transmisión y otros mil 393 millones de dólares para el área de generación a nivel nacional no le han bastado a estos enchufados para culminar los «planes previstos». ¿Cómo es posible que con tantos ingresos, con tanta bonanza, con tanto presupuesto aún no hayan nivelado el sistema eléctrico nacional para brindar el servicio que merecemos los venezolanos?
Peor es aún la propuesta de reducir el horario de trabajo a los venezolanos a seis horas. Así no se estimula la producción de un país donde por el contrario hace falta más trabajo y más esfuerzo para salir adelante. Esta medida también llevará al cierre de empresas y puestos de trabajo.
Lo que estamos viviendo es sólo el reflejo de un sistema político desgastado, virulento, envenenado por la corrupción, la ineficiencia, la terquedad y el desinterés de arreglar esta gigantesca crisis eléctrica. Mientras tanto sigue el show de las promesas del Gobierno nacional y de Arias Cárdenas, corresponsable de esta situación, pues no sólo ha avalado esta corruptela sino que está de acuerdo con los cortes que enardecen a los zulianos. ¡Qué grande le quedó el Zulia Señor Gobernador!
DC / Lester Toledo / Diputado CLEZ / @LesterToledo