Agricultores de El Jarillo aseguran que les roban sus vehículos de trabajo
Los apacibles paisajes de la parroquia turística El Jarillo, municipio Guaicaipuro, de unos meses para acá lucen plagados de motorizados foráneos que se han dado a la tarea de hurtar motos y carros.
«En lo que va de año al menos cada mes se reportan cuatro situaciones de esta índole», denunció Fina Gómez, residente del sector La Troja, quien detalló que los antisociales suelen actuar durante horas de la noche, cuando ingresan a los porches de las casas y se van con los vehículos, a los cuales suelen violentarles la cerradura y encenderlos pelando cables.
«Esa es la manera más pacífica, si vienen alebrestados entran a la casa, como ocurrió durante la última semana de abril cuando secuestraron a un vecino por varias horas, le robaron el carro y gracias a Dios después lo liberaron sin que su salud se viera comprometida».
La queja es avalada por otros residentes, quienes señalan que «ante la poca efectividad de las autoridades policiales y la no disponibilidad de automotores, las víctimas hemos optado por negociar con los maleantes», según relató Rogelio Méndez, quien en enero despertó y notó que su moto Empire Horse ya no estaba en su estacionamiento.
«Fui a la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) en Los Teques, lo que ya fue una odisea porque el servicio de transporte es pésimo en la zona; allí tuve que esperar aproximadamente hora y media para que me atendieran y no ocurrió nada. Cuando me iba a dar por vencido, los ladrones se comunicaron por teléfono conmigo y tuve que cancelarles 100 mil bolívares para recuperar el vehículo de mi propiedad que compré en 2014 por Bs. 35 mil. Muchos dirán que es una locura, pero ahora no se encuentran motos y ese es mi medio de transporte y sustento porque trabajo como mensajero», explicó Méndez
«No se debe pagar rescate»
El pago por rescate es una modalidad que ha sido aplicada por otras personas de la comunidad quiénes han llegado a pagar hasta Bs. 300 mil por recuperar su vehículo automotor, lo que es repudiado por los jefes policiales quienes detallan que dicha acción lo que genera es el reforzamiento del círculo delictivo.
Según el comisario Oswaldo Villegas, jefe de la región 1 de Polimiranda, Altos Mirandinos- la única manera de combatir la delincuencia es denunciando oportunamente para poder levantar la información, planificar acciones contra el hampa y contrarrestar la impunidad.
«Si no reportan estas irregularidades, la policía cree que todo está funcionando bien y enfoca esfuerzos en otras zonas donde si hay quejas oficiales», puntualizó. «Tenemos el caso de la parroquia vecina San Pedro de los Altos, donde luego que los comerciantes protagonizaran un paro para quejarse contra la inseguridad se instalaron mesas de trabajo y mejoró notablemente la situación», explicó el funcionario regional.
Sin embargo, los vecinos señalan que aunque hay tres policías en la zona, estos no suelen encontrarse con frecuencia en el módulo de vigilancia. «Uno entonces en medio de la desesperación toma el camino más fácil que es pagar rescate, antes que esperar que alguien más vaya a resolver el caso o aguardar por la llegada de un agente policial a la zona» dijo Pedro Montes, agricultor de El Jarillo quién en 2015 ha sido asaltado en dos ocasiones cuando se dirige con su camión al mercado a cielo abierto en Los Teques, donde ofrece su producción cada domingo. Reflexiona que en la zona entienden que los funcionarios dan prioridad a resolver los casos de delitos de homicidio o crímenes de mayor envergadura que cometen los antisociales de la región. Es por esta razón que aseguran que prefieren acceder a las peticiones de rescate.
Fuente: DC|EU