El filosofo y académico español Emilio Lledó, gran defensor del libro, el lenguaje, la enseñanza de las humanidades y la memoria, fue galardonado hoy con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2015.
Lledó, con una dilatada trayectoria en la investigación de la filosofía, la literatura y la docencia, está considerado un ensayista y divulgador de alto nivel que ha tratado temas tan diversos como la defensa de la lectura, la felicidad, el silencio, la belleza y la verdad.
Con este galardón al filósofo español, que ya había sido candidato en otras ocasiones, el Premio Princesa de Asturias volvió a apostar por un humanista después de que en los tres últimos años lo hubiese hecho en el campo de la comunicación.
El jurado, presidido por el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, destacó que Lledó es un «pensador de relevancia internacional y de trayectoria ejemplar» que «hace suya la razón ilustrada a través de un diálogo que impulsa la convivencia en libertad y democracia».
Lledó concibe la filosofía como meditación sobre el lenguaje y subraya la tendencia natural del ser humano hacia la comunicación y, de este modo, hace suya la razón ilustrada a través de un diálogo que impulsa la convivencia en libertad y democracia, destaca el acta del jurado.
El filósofo, nacido en Sevilla (sur) en 1927, recibió hoy «orgulloso, agradecido y anonadado» la noticia del premio porque, confesó a Efe, a su edad, algo así le da «un poco de marcha».
«Mi mayor satisfacción -confesó- es poder seguir trabajando y manteniendo los mismos ideales que tenía de jovencito», cuando se marchó a estudiar a Alemania.
«Me siento muy feliz de haber seguido en esa línea y haber mantenido lo que siempre he creído», subrayó el premiado.
El filósofo y humanista salió de España en 1953 para estudiar en Heidelberg (Alemania), donde fue alumno de Hans-Georg Gadamer; después estuvo en Berlín hasta que en 1963 volvió con su esposa a una España gris para impartir clase y dedicarse a la educación, que es uno de los temas que más ha preocupado al filósofo y que ha sido la obsesión de su vida.
Fue profesor de historia de la filosofía en las universidades de La Laguna (Islas Canarias), Barcelona y la Universidad Nacional de Educación a Distancia, y autor de libros como El silencio de la escritura (1981), con el que consiguió el Premio Nacional de Ensayo en 1992, o Memoria de la ética (1995).
Sus trabajos se consideran fundamentales en la recuperación de la filosofía griega y el helenismo en España y contribuyeron al desarrollo de la hermenéutica en la filosofía española contemporánea.
Miembro de la Real Academia de la Lengua, en 2014 recibió el Premio Nacional de las Letras por haber aunado en su obra la investigación filosófica y la literatura.
Al galardón, dotado con 50.000 euros y una escultura diseñada por Joan Miró, se habían presentado en esta XXXV edición 28 candidaturas de 15 países, entre ellas la del historiador mexicano Miguel León-Portilla, que llegó junto al pensador español a las ultimas votaciones.
Este premio, que por primera vez se concede bajo la denominación de Princesa de Asturias, recayó el pasado año en el argentino Joaquín Salvador «Quino», creador de Mafalda.
En este sentido, Lledó declaró hoy que «el año pasado fui finalista, y me lo quitó Mafalda, el personaje de Quino, con todos los méritos y derechos y me siento orgullosísimo de haber estado con él entre los candidatos, pero este año parece que no ha habido ninguna Mafalda. Aún así me ha caído de sorpresa».
En anteriores ediciones fueron galardonados, entre otros, The Royal Society, los diarios El País, El Espectador y El Tiempo, la Agencia Efe, Václav Havel, la CNN, Umberto Eco, George Steiner, Hans Magnus Enzensberger y Ryszard Kapuscinski.
Fuente: DC|EN