El contralor general, Manuel Galindo, no reveló los nombres de los altos funcionarios que investiga su despacho por presuntamente haber utilizado aviones del Estado para viajes familiares y de placer en 2009, pero confirmó que está abierta una pesquisa.
“Las averiguaciones que se han comenzado son de orden público y las personas que de alguna manera se consideran presuntos involucrados ya tienen el pleno conocimiento. No debo ahondar en esta situación por respeto al debido proceso y el derecho a la defensa de los ciudadanos que puedan presuntamente estar involucrados en hechos de corrupción. Hay una fase preliminar sumaria que no debe ser todavía extendida de manera pública”, declaró Galindo a los medios de comunicación.
El escándalo de las “colitas revolucionarias” se destapó el 24 de octubre de 2014, cuando Janet Anza, niñera del ministro Elías Jaua, arribó a Sao Paulo, Brasil, en un avión de Pdvsa y fue detenida en inmigración por trasladar un arma en una maleta. El hecho sacó a flote los viajes vacacionales realizados en 2009 en aviones de la petrolera por el exministro de Energía Rafael Ramírez, el expresidente de Citgo Alejandro Granado y el exvicepresidente -hoy presidente- de Pdvsa, Eulogio del Pino; así como la facilitación de aviones del Estado para apoyar una causa política extranjera: el retorno al poder del dirigente hondureño derrocado Manuel Zelaya.
Un seriado periodístico publicado por El Nacional entre noviembre y diciembre de 2014, basado en un informe del Departamento de Aviación de Citgo, reveló que el aparente uso irregular de las aeronaves en 2009 habría costado a la nación más de medio millón de dólares: $418.801 en los viajes familiares de Ramírez, Granado y Del Pino, y $134.421 en la causa zelayista.
Los de arriba. La declaración de Galindo se produjo ayer desde la Contraloría General, luego de firmar un convenio con el Ministerio de Comunas para formar voceros populares en manejo de fondos públicos. A su lado se encontraba precisamente el ministro de Comunas, Elías Jaua. El Nacional intentó consultarle a Jaua sobre el estatus de la averiguación abierta en Brasil por el impasse de la niñera y si él se encontraba entre los altos funcionarios notificados por la Contraloría General por el caso de las colitas, pero declinó responder.
Minutos antes, en su discurso por la firma del convenio interinstitucional, Jaua reflexionó sobre la corrupción y la moral ciudadana. “Lo público no es cómo lo conciben algunos sectores: ‘Lo público es mío’. No, lo público es de todos. El pueblo no puede dejar que lo desmoralicen como ha tratado siempre de hacer la derecha. Recordemos aquella conseja: ‘Los adecos roban pero dejan robar’. Ahorita la conseja que hay es: ‘Pidan bastante porque los de arriba se están llenando’. Si ese fuese el caso, que no lo es porque como nunca antes en la alta dirección política ha habido un criterio sobre este tema; bueno, el alto funcionario tiene que ser castigado, pero el pueblo no puede nunca justificarse en la corrupción de un alto o mediano funcionario, el pueblo tiene que combatir la corrupción”.
Fuente: DC| El Nacional