Un joven de 35 años que trabaja haciendo transporte, fue interceptado por dos sujetos en las adyacencias del CDI de San Jacinto, al norte de la ciudad de Barquisimeto. Lo apuntaron con un arma en su cabeza y le pidieron que entregara el carro, un Chevrolet Impala blanco. Dentro del mismo estaba un pequeño, por lo cual su madre corrió desesperada a pedir que no se lo llevaran.
Los ladrones le abrieron la puerta, la dama lo sacó y ellos arrancaron.
En el camino un motorizado de Polilara los observó y su intuición lo llevó a pesar que no cargaban los papeles en regla y alertó a unos efectivos de tránsito. Una vez que el carro pasó por un lado e intentaron detenerlos, arrancaron. El Polilara vio que se trataba de otra situación y comenzó a perseguirlos. En el camino se topó con una pareja de funcionarios de la Policía Municipal de Iribarren, a quienes le pidió apoyo y se fueron detrás del vehículo. Los sujetos perdieron el control del carro y se estrellaron contra el hombrillo, logrando los efectivos atrapar a los jóvenes, a quienes les fue incautada un arma de fuego, calibre 380.
Quien manejaba era un adolescente de 16 años y el otro fue identificado como Richi Gabriel Pérez Orellana, de 20 años de edad. Este 17 de mayo había sido detenido por tenencia de droga y había salido en libertad con un beneficio.
En el procedimiento también resultó levemente lesionada María Elena Pineda (33), funcionaria de la Policía Municipal de Iribarren, quien cayó de la motocicleta.
Su modo de vida
La señora Dilcia Freitez, de 59 años de edad, es la dueña del carro que fue robado. Expresó que hace tres meses le hizo el motor, gastó 50 mil bolívares y ahora le destrozaron el carro. No cuenta con un seguro para repararlo. Se le suma una operación a la cual debe ser sometida con un costo de 200 mil bolívares. Este vehículo era su forma de vida.
Fuente: DC| EI