Los países del Mercosur llegaron a un «consenso» y buscarán mecanismos para negociar acuerdos comerciales bilaterales fuera del grupo, un cambio histórico para el bloque fundado en 1991.
Uruguay ha hecho «consultas con todos los países integrantes del Mercosur, y con dificultades en algunos, pero hay consenso, hay acuerdo para trabajar una propuesta en ese sentido», anunció el martes el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa en rueda de prensa.
El objetivo, sostuvo, es que el Mercosur «se incorpore a los grandes flujos comerciales del mundo» y para eso es necesario que «salga a hacer acuerdos». «Brasil, Paraguay y Uruguay están en esa sintonía», aseguró.
Fuentes al tanto de las conversaciones entre los socios indicaron a la AFP que hay voluntad de que este cambio se procese sin modificar la normativa Mercosur, que impide a sus socios negociar tratados comerciales sin la anuencia de los demás.
En el caso de Argentina y Venezuela está claro, según las fuentes, que no podrán avanzar en la misma dirección ni a la misma velocidad que los otros tres socios.
Un proyecto que cambia
El Mercosur «no puede seguir a espaldas de las grandes negociaciones internacionales», dijo a la AFP Washington Durán, vicepresidente de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Industrias de Uruguay (CIU).
Nicolás Albertoni, investigador del Centro para Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown y autor del libro sobre comercio «Entre el barrio y el mundo», dijo en diálogo con la AFP desde Washington que el Mercosur «es la única parte de América Latina que está quedando sin dialogar con el mundo».
El Mercosur mira para el costado y ve en iniciativas como la Alianza del Pacífico entre Chile, Colombia, México y Perú, avances «mucho más rápidos».
Durán valoró positivamente el cambio de postura que evidencia Brasil, toda vez que es en las tratativas bilaterales y no ya en la Organización Mundial de Comercio que se definen las reglas de juego del comercio mundial.
La semana pasada el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, Armando Monteiro, dio a conocer que su país buscaría dotar al bloque de cierta flexibilidad, como han pedido reiteradamente Uruguay y Paraguay, las dos economías más pequeñas del quinteto.
Si bien «el Mercosur es una construcción muy importante para Brasil, y tiene que ser valorado y preservado (…) todos los países tienen un grado de libertad para celebrar acuerdos bilaterales y es eso lo que Brasil también va a buscar para insertarse en las principales corrientes del comercio del mundo. Nada impide que Brasil firme acuerdos bilaterales», resumió Monteiro.
Albertoni evaluó que se trata del dato más claro de búsqueda de «flexibilidad» en un bloque que históricamente no la había tenido.
«No es lo mismo tener a Brasil en contra, que tener a Brasil a favor», resumió de su lado Durán, el asesor de la CIU.
Necesidad de Brasil impulsa la apertura
La postura aperturista de Brasil se acentuó desde que Dilma Rousseff asumió su segundo mandato en enero, primero abogando una y otra vez por un acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE) y, últimamente, mencionando la posibilidad de abordar «la cuestión del libre comercio» con China.
Es un tema «muy importante y tiene que estar en la agenda» de la reunión con el primer ministro chino, Li Keqiang, la próxima semana en Brasil, dijo la presidenta en entrevista con medios chinos divulgada este miércoles.
Tradicionalmente opuesto a que los países del Mercosur negociaran acuerdos comerciales por fuera del grupo, Brasil ha tenido que modificar su tesitura forzado por una situación económica que no despega y presiones de sectores empresariales.
En abril, el FMI recortó la previsión de crecimiento brasileña para 2015. Peor aún, vaticinó una contracción del PIB de 1%.
Fuentes conocedoras de las negociaciones dentro del Mercosur dijeron a la AFP que las presiones de los grupos empresariales que se vieron afectados por la pérdida de las preferencias arancelarias con la Unión Europea se hacen sentir cada vez con más fuerza en Brasilia.
«Hay una prioridad que la dan los números. Hay una cantidad de exportaciones que Brasil no puede ingresar con preferencia» a la UE, y por eso la insistencia de Brasil en empujar ese acuerdo, estancado hace 10 años, señalaron.
Argentina nunca presentó al bloque sudamericano sus ofertas de cara al acuerdo con la UE.
Ahora, los europeos terminarán recibiendo «una oferta fraccionada de algunos países del Mercosur» y no del bloque en su conjunto, estimaron los informantes.
Así, el bloque fundado hace casi 25 años se encamina hacia un cambio histórico que podría habilitar una apertura comercial que algunos de sus miembros reclaman, para abandonar el corset que se había autoimpuesto.
Fuente: DC|ÚN