La situación en Venezuela, a raíz de que un tribunal declaró medidas cautelares contra 22 periodistas y directores de medios, refleja la gravedad de la división política y de las batallas ideológicas que se están viviendo en el país. Los periodistas han sido acusados por Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, de difamación, por haber reproducido una noticia publicada por el diario ABC de España, donde se vinculaba su nombre con actividades de narcotráfico.
Miguel Henrique Otero, presidente editor de El Nacional de Venezuela y uno de los afectados por estas medidas, conversó con Julio E. Muñoz, ex-CEO de la Sociedad Interamericana de Prensa, y le expresó su intención de regresar al país para hacer frente a las acusaciones que le afectan y reiteró que sigue vigente en su cargo como máximo responsable de este medio de prensa, según reseña en diario El Espectador de Colombia.
Otero indicó que conoció la orden de arraigo mientras se encontraba fuera del país y que se sorprendió al encontrarse sentenciado antes de haber sido juzgado. Para el presidente editor de El Nacional, la justicia en Venezuela no es autónoma, porque es dependiente del Poder Ejecutivo, que la utiliza para perseguir a sus adversarios políticos.
Esto explica que la jueza María Eugenia Núñez, haya podido sentenciar a los acusados sin haber comparecido estos ante el tribunal y haber podido presentar su defensa. Las medidas cautelares tomadas por la jueza, no son acordes con la pena que les podría acarrear a los 22 acusados, en el caso de que fueran encontrados culpables, ya que no sólo incluye la prohibición de salida del país de los propietarios y directores de estos medios, sino también “la prohibición de gravar (hipotecar), enajenar, y vender”.
Para Otero “hoy en Venezuela se vive un secuestro de la libertad de expresión”. En el fondo todo esto es una estrategia, por parte del régimen de Maduro, para controlar todos los medios de prensa del país y consolidar su hegemonía comunicacional: primero debilitan los medios y después los compran, para alcanzar sus fines.
Fuente: DC|EN