El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prohibió el lunes que el gobierno federal proporcione equipo de estilo militar a departamentos locales de policía e impuso controles más estrictos sobre otras armas y equipos distribuidos a agencias de seguridad, en un anuncio inesperado nueve meses después de que policías con equipo antimotines sofocaran protestas cargadas racialmente.
El anuncio se produjo después de que la Casa Blanca insinuara el año pasado que el gobierno de Obama mantendría los programas que proporcionan los equipos de estilo militar empleados para controlar las manifestaciones del verano pasado en Ferguson, Missouri, debido a su contribución general a la seguridad pública.
Sin embargo, un grupo formado por varias agencias encontró un «riesgo sustancial de que el mal uso o uso excesivo» de equipos, como vehículos blindados con orugas en lugar de ruedas convencionales, armas de fuego de gran calibre y equipo de camuflaje pudiera socavar la confianza en la Policía.
Obama tiene previsto visitar el lunes por la tarde el cuartel de la Policía de Camden antes de dirigirse a un centro comunitario para reunirse con jóvenes y policías y ofrecer un discurso.
La cuestión de la militarización de la policía quedó sobre la mesa el año pasado después de que un policía blanco en Ferguson matara a tiros a Michael Brown, de 18 años y que estaba desarmado, desencadenando grandes protestas.
DC | AP