Después de seis meses de reposo sobre la superficie del cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko, el módulo Philae dio señales de haber recuperado su actividad. Según informaron fuentes del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES), la sonda Rosetta recibió anoche una señal de 40 segundos procedente de Philae, lo que indicaría que sus baterías se han reactivado y que el aparato ha resistido las condiciones climáticas y ambientales.
«¡Hola Tierra! ¿Puedes oírme?», tuiteó la misión Philae, para preguntar después, en su habitual tono desenfadado y personalizando al robot: «¿Cuánto tiempo he estado dormido?».
El pasado 12 de noviembre, el robot se posó en la superficie del cometa y permaneció operativo durante casi 57 horas, consiguiendo enviar datos valiosos, aunque posteriormente, al quedar en una zona oscura del cuerpo celeste, no pudo recargar sus baterías solares y entró en hibernación.
En las últimas semanas, los científicos de la misión Rosetta ya habían pronosticado que el módulo podría despertar en junio, a medida que el cometa se acercase al Sol y que las baterías solares que alimentan a Philae tuvieran la oportunidad de recargarse.
La sonda Rosetta tuvo que viajar durante diez años a más de 510 millones de kilómetros de la Tierra para poder depositar a Philae sobre el cometa.
DC – Clarín