El Dorado, 1894. El general Domingo Antonio Sinfontes se enteró de que los ingleses se acercaban y de que los barcos entrarían por el Delta. Pretendían apoderarse de las minas de oro, en El Dorado, El Callao y los pueblos fronterizos con Brasil.
Entonces ordenó a sus soldados y, a caballo, atravesaron el río Cuyuní, uno de los afluentes del río Esequibo. Sus enemigos ya habían plantado su bandera en el poblado de Piedra escrita.
Ambos bandos se enfrentaron a plomo y Sifontes logró su misión: sacó de la tierra el pabellón inglés y devolvió a Venezuela ese espacio que le pertenecía, según lo establecía el mapa territorial de la Capitanía General de Venezuela (1777).
Maracaibo, 2015. Sifontes es uno de los 11 municipios del estado Bolívar, cuya capital es Tumeremo. Está localizado al Este de la región y es limítrofe con la Guyana Esequiba. Por su ubicación y en honor a aquel militar que echó fuera a los invasores y defendió su parcela,Sergio Urdaneta, abogado constitucionalista y especialista en Derecho Administrativo, propone que el Esequibo se constituya como estado, es decir, como la entidad federal número 25 de la República Bolivariana de Venezuela, y que Sifontes sea su capital.
Pero este proyecto de región deber aprobarlo la Asamblea Nacional. Una vez dada la luz verde, se deben celebrar unas elecciones. “Para que no haya pugna en ambos polos políticos, el tarjetón electoral deber estar distribuido equitativamente, es decir, que la plancha sea mitad opositora y mitad oficialista. También que sea una circunscripción en la que toda la población electoral del país”.
En el nuevo estado Esequibo se establecerían universidades y un sistema hospitalario, así sus habitantes y los residentes de Delta Amacuro, por ejemplo, no tendrían que movilizarse hasta los estados del Oriente o hacia Bolívar. Las minas de oro, bauxita y otros minerales pueden ser explotadas con mano de obra venezolana, al igual que los pozos petroleros que tienen en la mira las trasnacionales europeas… “El Esequibo tiene tanto qué aportar a Venezuela”.
Pero para que ese ideal se cumpla, se debe saber que los 159 mil 542 kilómetros cuadrados que conforman la llamada “Zona en reclamación” le pertenecen a la tierra de Bolívar, recalca Urdaneta. Entonces es un deber defenderla, tal como lo hizo Sifontes a finales del siglo XIX.
“Es una cuestión de soberanía territorial. En los venezolanos hay un síndrome nacional de un país libertario -Venezuela liberó naciones y creó otras-; pero nos avergüenza que nos acusen porque sentimos que le quitamos un territorio a un país ajeno, cuando en realidad es nuestro”.
El jurista basa su juicio, comparando el apoyo que el Estado le brinda a Bolivia cuando le exige que a Perú una salida al mar, o cuando Argentina defiende de Inglaterra la posesión de las Islas Malvinas. Y fundamenta su propuesta decretar el estado Esequibo en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), “porque la reclamación del territorio es de naturaleza constitucional”.
Fuente: DC|VF