Luego de haber sido «ruleteado» por cuatro asistenciales murió un joven de 15 años, quien sufrió un accidente doméstico cuando una olla de agua hervida se le derramó mientras la manipulaba en la cocina de su casa, ubicada en el sector Cenizas de la población de Araira en Guatire.
Según el relato de su madre, Yasmari Mosqueda, el muchacho sufría de parálisis cerebral severa. El estaba sentado en el piso y a su lado había instalado una cocina eléctrica pequeña. Mientras el muchacho jugaba, ella estaba en la sala limpiando y escuchó que su hijo y otra pequeña de ocho años gritaba. Cuando se asomó el muchacho temblaba y estaba quemado. Se había acercado a la olla y la tumbó. «En vista de su condición no pudo esquivar el líquido. Me lo llevé a la sede del Centro de Diagnóstico Integral de El Rodeo y allí me dijeron que no habían insumos para atender las lesiones y lo remitieron al hospital Eugenio De Bellard en Guatire», dijo.
Ese centro asistencial no solo reportaba escasez de insumos y de personal médico, tampoco tenía a disposición una ambulancia para llevar al joven a un centro asistencial caraqueño. Solo quedaba una opción: los bomberos, pero ellos tampoco tenían unidades habilitadas para llevar al joven, pues estaban ocupadas en otros servicios.
Mosqueda desesperada detuvo un taxi y trasladó a su hijo al hospital Domingo Luciani de El Llanito. Fue atendido después de cuatro horas de peregrinación por los centros asistenciales. La demora en la asistencia y la gravedad de las heridas provocaron su muerte a las dos horas de haber ingresado.
Fuente: DC|EU