La imagen con la que despertaron ese 6 de enero de 2014 fue la llama que encendió la mecha de todo lo que vino después: marchas, represión, cárcel, tribunales y pedidos de ayuda internacional que hoy marcan la vida de Lilian Tintori, esposa del opositor venezolano Leopoldo López, preso desde hace 16 meses acusado de instigación pública, daños a la propiedad, incendio y asociación para delinquir.
Esa mañana, los medios de comunicación reportaron el asesinato de la actriz y ex Miss Venezuela Mónica Spear, y de su esposo, Thomas Henry Berry, cuyos cuerpos cubrían el de su hija, de 5 años, que resultó herida de bala en la pierna, víctimas de un asalto en el país con la segunda mayor tasa de homicidios del mundo, 53,7 muertes cada 100 mil habitantes, según un informe de la ONU, basado en cifras oficiales.
“Ese día, Leopoldo dijo: ¡¿qué más vamos a esperar los venezolanos para hacer algo?, ¿qué más tenemos que esperar los líderes políticos para cambiar y poner en marcha un plan dentro de la Constitución, como es la salida?!”, contó Tintori en una entrevista en CNN con Ismael Cala, en mayo de 2014, la primera vez que salió del país para recibir un premio en nombre de su esposo y comenzar una gira por América y Europa en busca de respaldo para conseguir su liberación.
López, dirigente máximo del partido Voluntad Popular, parte de la Mesa de la Unidad Democrática que apoyó la candidatura a la presidencia de Henrique Capriles, convocó a las marchas pacíficas que en febrero de 2014 llevaron a estudiantes y venezolanos de diferentes sectores a reclamar contra el gobierno de Nicolás Maduro. Estas fueron repelidas con contramarchas, ataques de hombres encapuchados en moto, según mostraron imágenes de televisión, y terminaron en enfrentamientos con los cuerpos de seguridad del Estado, que dejaron 44 muertos en las jornadas de ese mes.
La Fiscalía venezolana acusó a López de ser el causante de la violencia, aunque su defensa alega que esta provino de la Policía y grupos armados afines, y que él es un preso político por pensar distinto. Decidió entregarse el 18 de febrero de 2014 y desde entonces Tintori, una expresentadora de televisión y maratonista de 37 años, se convirtió en su voz desde la cárcel y, como ha dicho en reiteradas entrevistas, en la voz de las madres venezolanas que como ella enfrentan inseguridad, escasez de productos básicos y falta de insumos en hospitales. El 87,4% de la población, según la consultora Datanálisis, afirma sufrir racionamiento de productos en el país con mayor inflación del mundo (se estima que alcance el 140% este año).
Su padre, un argentino que dejó su tierra, huyó de la dictadura y llegó a Venezuela para abrirse campo como ingeniero metalúrgico, murió hace ocho años en un accidente de tránsito en una carretera en mal estado, en un país “destrozado en cifras oficiales y en vialidad”, aseguró el pasado martes en una entrevista a radio Touché de Argentina.
El hombre llegó a un hospital donde no había insumos y en el traslado a una clínica falleció, dijo Tintori, quien aseguró que no es la única afectación que ha sentido de cerca debido a las políticas del chavismo.
Fue locutora de radio y animadora de televisión. Según diario El Universal de Venezuela, se dio a conocer en el 2001 como aspirante del reality show Robinson, la gran aventura, en Venevisión, y luego saltó a RCTV (Radio Caracas Televisión) como presentadora de La Merienda, En 3 y 2 y el reality Fama, sudor y lágrimas. “Me quedé sin trabajo cuando cerró RCTV”, dijo a Cala. Fue en el 2007 cuando el gobierno de Hugo Chávez no le renovó la concesión al canal que él había acusado de ser parte del golpe de Estado de cinco años atrás.
Alejada de la pantalla, ese mismo año se casó con López, entonces alcalde del municipio Chacao, con quien tuvo a Manuela, de 6 años, y Leopoldo, de 2. En una entrevista con la periodista María Elvira Salazar recordó que cuando él le propuso matrimonio le hizo dos preguntas: ¿Te quieres casar conmigo? Y antes de que responda, agregó: ¿Te quieres casar con Venezuela? “Él me lo dijo desde el primer día y no me puedo quejar”, señaló en alusión a los planes políticos de su esposo y a esa carrera que le ha tocado seguir por su liberación y que más de un año después sigue viendo con optimismo.
Tintori ha recurrido al papa Francisco, al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy; a los expresidentes de Colombia Andrés Pastrana y de Bolivia Jorge Quiroga; a la ONU, OEA, Celac; al vicepresidente de EE.UU., Joe Biden; a las organizaciones Amnistía Internacional y Human Right Wacth, a diputados y presidentes de la región, para pedir pronunciamientos que exijan a Maduro la liberación de su esposo y de otros 77 presos políticos.
También ha invitado a políticos a visitar Venezuela para que verifiquen la situación de presos como su esposo que, aseguró, está aislado en una celda dentro de un edificio de tres pisos que solo ocupa él, en la prisión militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas.
Esta licenciada en Educación Preescolar y con un posgrado en Comunicación Política, se ha convertido en activista por los derechos humanos y sus días transcurren entre sus tareas como mamá y las marchas, los viajes (pagados por venezolanos de dentro y fuera del país, dijo a CNN), las reuniones con abogados internacionales y expertos en la materia que arman la estrategia semanal y mensual de sus actividades. En febrero sumaron a la defensa de López al canadiense Irwin Cotler, quien fue abogado del líder sudafricano Nelson Mandela.
El martes último encabezó, vestida de blanco como acostumbra, una marcha hasta el Consejo Electoral Venezolano para llevarle flores a su presidenta, Tibisay Lucena, y pedirle que ponga fecha para las elecciones parlamentarias previstas para este año y en las que ella y su esposo ven un camino para la transición en su país.
“No podemos dejar de luchar, no podemos dejar de alzar nuestra voz, ¿es difícil? Sí, pero no vamos a parar… Necesitamos más pronunciamientos de la región. Las cosas sí han cambiado, ha hecho que la lupa entera se ponga en Venezuela…”, dijo en febrero a CNN.
Ha dejado de lado su vida como deportista (fue campeona nacional de kitesurf) y aunque por ahora no corre maratones, dijo que la disciplina del deporte le da la fuerza mental para seguir. Lo más duro ha sido el miedo y el ataque psicológico.
Pese a que tiene custodia personal hay siempre un carro o una moto que la sigue cuando lleva a sus hijos a la escuela o está en la calle. Y le ha tocado contener a su hija ante los comentarios de que su papá no va a volver o de que a su mamá también la van a meter presa.
A lo único que no ha tenido respuesta es a la pregunta de Manuela, con calendario en mano, de cuántos días faltan para que su papá regrese. No lo sabe, pero tiene claro que será en Venezuela porque el exilio, que Diosdado Cabello pretendió negociar, sentado en la sala de su casa días después de encarcelar a López, no es una opción. Ellos –indicó– quieren vivir en su país libres. Y para ello la mueve la frase en la camiseta blanca que su cónyuge llevaba el día que se entregó: “El que se cansa, pierde”. (I)
Leopoldo sí critica al régimen de Maduro pero la salida es constitucional, pacífica y democrática. No se trata de tumbar a uno sino de ganar espacios de libertad”.
DC – EU