Cinco empleados de El Carabobeño emprendieron un ayuno, de 12 y de 24 horas, y se unieron así a la huelga de hambre que desde hace 8 días inició un estudiante de la Universidad de Carabobo y que ya suman 4 jóvenes, frente al diario.
Buscan llamar la atención de las autoridades que puedan gestionar la solicitud de papel que han efectuado desde el periódico y que aún no han recibido del Complejo Editorial Alfredo Maneiro, por lo que este rotativo con 81 años de fundado estaría cercano a su cierre.
A las 8:00 de la mañana de este viernes comenzaron su ayuno Wilmer Apolinar, supervisor de Seguridad Integral con 8 años de servicio en la empresa; Algimiro Bucan, coordinador de Protección de Planta con 19 años en El Carabobeño; Paola López, que atiende la central telefónica desde hace 24 años; y Luz Marina Toledo, con 20 años de servicio y que actualmente se desempeña como chequeadora de avisos en el periódico. Su ayuno será de 12 horas.
A partir de las 12:00 del mediodía inició su protesta pacífica el reportero gráfico de esa casa editorial Andrews Abreu, que decidió ayunar por 24 horas, aunque no descarta prolongar la medida.
“Decidí sumarme a esta huelga de hambre por el futuro de mi hija, por la libertad de prensa y en apoyo a los estudiantes que han estado aquí respaldando a El Carabobeño”, dijo Abreu.
Con esta forma de protesta pacífica –indicó Abreu- esperan que el gobierno dé respuestas a la crisis por falta de papel que afecta a El Carabobeño y a otros medios de comunicación.
Los estudiantes de la Universidad de Carabobo que se mantienen en huelga de hambre son José Gregorio Briceño, que inició hace ocho días, alumno de Derecho; Leidy Restrepo, de Ingeniería, que comenzó hace cuatro días; Alejandra Tarazona y Mauro Montilla, ambos de Derecho, que se plegaron a la acción hace dos días.
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