El último ataque lo reportaron ayer, a las 7.00 de la mañana. Los homicidas fueron rápidos, le dispararon en la cabeza y el pecho a Carlos Manuel Pulgar (29), funcionario acreditado de la Dirección General de Contrainteligencia Militar y escolta de la segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Blanca Eekhout (PSUV). Según los registros de los medios de comunicación, la tolda roja ha sufrido 10 bajas en 2015, sus guardaespaldas fueron el principal objetivo.
El centro del país se convirtió en una zona peligrosa para los protectores de los representantes del PSUV. De los casos publicados, cinco ocurrieron en Caracas, dos en Aragua, dos en el estado Miranda y uno en Zulia. A todas las víctimas les disparan a quemarropa cuando transitaban por la vía pública. Los homicidas buscaban sus armas de reglamento, motocicletas, carros, celulares o cadenas de oro. El único caso que no maneja la Policía como resistencia al robo es el asesinato de Igor Alexánder Natera Ortiz (30), escolta de la alcaldesa de Cúa, Adyanis Noguera. Su caso se investigó como una riña por tránsito.
Las edades de las víctimas oscila entre los 27 y 39 años. A todos los sorprendieron cuando iban hacia su casa o trabajo. Se desangraron en la vía pública o camino a algún centro asistencial. Por los crímenes no se ha hecho pública ninguna detención.
Vulnerables
Jackeline Sandoval, directora ejecutiva de Fundación para el Debido Proceso, informó a Reuters que en lo que va de año han asesinado a 120 policías, 35 militares y 11 guardaespaldas.
Se han desarrollado “23 planes (de seguridad) del Ministerio del Interior en materia de seguridad, pero ninguno ha resultado”. Según Sandoval, la razón del fracaso radica en la impunidad. “Mientras no se dé una respuesta efectiva al área de justicia, se colabora con el auge criminal en el país”.
268 funcionarios asesinaron durante 2014 en Venezuela para robarle el arma de fuego o su vehículo
DC – LV