Un viejo y fraternal amigo, compañero de camino y de muchas luchas en la vida y de quien prefiero resrrvarme el nombre me comentó el fin de semana, sobre un mensaje de texto recibido de una persona desconocida, en la que le instaba a votar en las elecciones del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) efectuadas el día domingo 28 del mes de junio, so pretexto de salvar la revolución Bolivariana instaurada hace más de 16 años en Venezuela y sobre manera, para preservar los principios del fallecido y supuesto comandante eterno Hugo Chávez.
Al término del cometario, no me quedó más alternativa que reflexionar con mi interlocutor y amigo sobre el referido mensaje y expresar lo que los hombres y familias de buena voluntad y costumbres, entendemos por principios y en ese sentido no dudé en reafirmarle, que la herencia dejada por Hugo Chávez, estaba muy lejos de inscribirse y registrarse en lo que la familia venezolana entiende por principios; porque desde 1.999 cuando asumió la Presidencia de la República, gracias a la democracia en la que vivíamos, con sus virtudes y defectos, mas virtudes por supuesto, de su despiadada conducta y sus fascistas ejecutorias sólo hemos observado la siembra de odio, resentimiento, divisiones, descalificaciones, abuso, invasiones, expropiaciones, corrupción, persecuciones, asesinatos, exclusiones, autoritarismo, insultos, concentración absoluta del poder, anti democracia, violación a los derechos humanos, etc. etc., y esos no son precisamente los valores que sustentan y alimentan los principios básicos, que debemos defender y enarbolar los hombres y las mujeres que queremos nuestro país y que estamos íntimamente comprometidos, con la democracia y su profundo contenido humanista.
De allí que coincido plenamente con el fallecido Domingo Alberto Rangel, quien mantuvo muchos años de relación y trato con el personaje, cuando en su último libro Alzado Contra Todo, Memorias y Desmemorias, definió a Chávez como un hombre carente de principios, sin ideología y dispuesto a hacer y defender hoy lo que renegaba y maldecía ayer, porque fue un obsesivo del poder y su vocación autoritaria podía observarse sin necesidad de anteojos, como bien me lo comentó mi estimado amigo, historiador, compañero de aula de Chávez en bachillerato en Barinas y ex compañero parlamentario de la Asamblea Nacional Rafael Simón Jiménez, quien al encontrarse con Chávez en el año 1975 recién egresado de la escuela militar como Sub teniente, le dijo, Rafael Simón dentro de 25 años, voy a echar una vaina en este País! Los Principios no se compran, se llevan en la conciencia y las convicciones de los hombres.
DC / Lic. Pedro Segundo Blanco / Ex parlamentario del estado Sucre / Petersecond1@hotmail.com / @pedrosegundoABP