En una casa a medio terminar del barrio Terrazas de Sabaneta, ubicado en la parroquia Cecilio Acosta, Luisa Arteaga, de 54 años, acudió en busca de un médico para que le tratara la erupción en la piel.
Allí funciona el consultorio de Barrio Adentro desde que fue anunciada por el presidente Chávez en abril de 2003. La casa la cedió un vecino y a éste el Metro de Maracaibo le asignó una vivienda en uno de los urbanismos que ha levantado en la ciudad.
Las pésimas condiciones de la infraestructura es el principal problema de la red primaria de atención. En 12 años la edificación no se ha acondicionado para que, cómodamente, tanto médicos como odontólogos realicen sus consultas.
El personal que en Terrazas de Sabaneta labora, dos venezolanos y dos cubanos, no tienen autorización para hablar, sin embargo, los vecinos manifestaron los beneficios y las carencias de uno de los primeros módulos de salud funcionando en Maracaibo.
En este centro se elaboró un proyecto para construir una edificación con base científica. El trabajo fue premiado con opción a ser publicado, pues presenta el consultorio ideal para la atención dental de acuerdo con normas nacionales e internacionales de salud.
Además contemplaba una dotación de implementos para el funcionamiento. La dotación llegó y del nuevo proyecto no hay, hasta ahora, ningún inicio. El consultorio consta de dos áreas. En lo que sería la sala de la vivienda están dos sillones de odontología y en lo que sería la cocina una doctora realiza la consulta de medicina general.
En un área que funcionaba como sala de espera está depositado el mobiliario que dotaron para la nueva estructura, por lo que solo caben dos sillas para atender a los 20 pacientes que acuden cada día. La morbilidad refleja que las principales patologías por las que acude la gente son las infecciones respiratorias y enfermedades de la piel.
“Esta fue una excelente iniciativa y los vecinos lo cuidamos porque es lo que tenemos más cerca a la hora de enfermarse alguien en la casa. Pensamos que rápido nos construirían un centro de salud más adecuado como lo hicieron en muchos otros sectores, pero no fue así”, expresó Merly Reyes, pobladora del sector.
De este módulo se benefician los residentes de El Guayabal, La Sonrisa, 5 de Julio y la FAC por ser los más cercanos, sin embargo, también se acercan pacientes de barrio Bolívar, la Urdaneta, Santa Clara y hasta de San Francisco, señaló Sara Durán, defensora de salud.
Las medicinas llegan cada mes, pero así como llegan se van. “Cuando llega la dotación de insumos también aumenta el número de consultas”, cuenta Nevis Parra, defensora de salud en el barrio Andrés Eloy Blanco.
Este módulo funcionaba en un local cercano, pero la dueña del local decidió alquilarlo y debieron mudarse. El pastor de la iglesia evangélica más cercana les prestó un área donde pasan consultas solo de medicina general.
Dos médicos atienden igual número de pacientes que en Terrazas de Sabaneta. La mayoría acude temprano, para asegurar las dosis de su tratamiento; después de las 10:00 am la afluencia baja considerablemente.
“Lo bueno es cuando dan las medicinas, allí uno se ahorra dinero y los asegura, porque en las farmacias nunca hay nada”, manifestó Julio García, habitante del sector.
Al centro asistencial llegan antibióticos, antipiréticos, anihelmínticos, antiinflamatorios y sueros, todos escasos en la red farmacéutica de la región.
Parra sostiene que requieren una sede propia. También realizaron un proyecto, pero no se ha levantado por falta de terreno.
“Hemos querido integrar el servicio de odontología, pero no tenemos espacio”, acotó la defensora de salud.
A pocos metros de allí funciona el consultorio odontológico de Gallo Verde en un espacio que el consejo comunal Adán Bracho construyó para el módulo policial, pero fue abandonado.
En esta pequeña infraestructura solo hay espacio para dos sillones odontológicos y los pacientes deben esperar su turno debajo de un árbol en la casa del frente. Actualmente, no cuentan con anestesia para exodoncias, solo para limpiezas y obturaciones (calzas).
La asistente de este centro, Elvia de Pirela, narró la odisea que han pasado para continuar prestando el servicio a la comunidad.
Primero estaban ubicados en la cercanía a La Colina, en la Circunvalación 1, luego que reacondicionaron el espacio, el dueño de la residencia los mandó a desalojar. “Nos mudamos al sector Sol Poniente y allí nos sucedió igual. Los dueños de las casas ceden sus espacios hasta que los organismos los acondicionan y luego los mandan a desalojar”, expresó Pirela.
Donde están ruegan a Dios para que no llueva porque los techos se filtran y se moja el equipo de esterilización.
En una reciente visita del ministro de Salud, Henry Ventura, anunció la refacción de la red primaria en el Zulia acompañada de una auditoría al personal que allí labora.
Ingrid Rosendo, coordinadora regional de Barrio Adentro, informó que están levantando el informe para conocer las necesidades de estos centros.
“Comenzamos por los CDI porque son los centros más complejos y en los módulos de atención primaria se está realizando esta evaluación para conocer sus dificultades y a cuáles se les dará prioridad”.
Para esto ya la Gobernación aprobó un primer presupuesto de 20 millones de bolívares.
Informó que están buscando terrenos dónde construir los módulos y reubicar aquellos que están en comodato.
La región cuenta con 1.055 módulos de salud que a un promedio de 20 pacientes por día, atienden 21.100 consultas, aún así no ha logrado el cometido de descongestionar a los grandes hospitales de patologías que deben atenderse en la red ambulatoria.
Aulo Ortigoza, asesor de salud de la Comisión del Consejo Legislativo del Zulia, subrayó la importancia de profundizar la atención primaria y de fortalecer la misión Barrio Adentro, pues la población debe tener conocimiento que antes de llegar a un hospital, donde se encuentran especialistas en las diferentes áreas de la medicina, deben dirigirse a centros de salud primaria.
“No hemos logrado todavía que un individuo que le duela la cabeza o una muela, en vez de ir al Hospital Universitario vaya a un CDI”.
DC | Panorama