Su habitación sigue intacta. Su colección de zapatos altos, el libro que leía sobre la mesa de noche, el clóset con sus vestidos favoritos, su maquillaje. A Grecia de Los Ángeles Colmenares Castillo, estudiante de 19 años, la desaparecieron a la fuerza hace un año, pero su recuerdo deambula por su casa y el vecindario. Su caso lo engavetó el Ministerio Público, la Policía científica y el Grupo Antiextorsión y Secuestro (Gaes). Su familia la espera hoy con una habitación repleta de fotografías y flores.
Aura Castillo, madre de Grecia, sigue atormentada por no saber el paradero de su muchacha. «Las autoridades dicen que investigan pero no dan con señales de ella».
Cuatro hombres con chaquetas negras montaron a la fuerza a la estudiante de Administración de Aduanas en una camioneta 4Runner blanca, placa VCS-04X, la cual resultó ser propiedad de Jesús Daniel Puerta, detective de la Brigada Contra Bandas Organizadas de la Policía científica, hace 365 días. Desde entonces no hay testigos, culpables, sospechosos ni informantes confiables sobre el paradero de la joven.
Castillo recibió dos llamadas del mismo número desconocido. En una le dijeron que a su hija la tenían en un comando policial en Cumbres de Maracaibo y luego le aseguraron que la joven estaba en el terminal de pasajeros. La mujer acudió a ambos lugares y no la encontró.
El detective se libró de cargos e investigaciones. A los pocos días, a la chica voluptuosa la relacionaron con los mafiosos locales. En las redes sociales aparecieron los desnudos de Grecia Colmenares y fotografías donde posaba con armas. La vincularon sentimentalmente con Hugo Enrique González, alias el «Kike», segundo al mando de la extinta cárcel de Sabaneta; “Julito Maraña”, un delincuente a sueldo vinculado con la mafia Meleán; y Alfredo Guzmán, un hijo del narcotraficante Joaquín el “Chapo” Guzmán.
El comisario Heberto Alfonso, jefe de región de la Policía científica para ese momento, solicitó orden de captura contra Colmenares por el asesinato del exfuncionario Naín José Álvarez García y el comisario Hilarío Piña. Según declaró, la muchacha participó en una reunión clandestina entre Heliberto Fernández Chamut y Alberto Enrique Quintero Hernández, alias el «Pájaro». Allí planificaron el asesinato de los expolicías.
«Todas las acusaciones se convirtieron en rumores, pero nadie aclara dónde está mi muchacha. Fue la misma Policía quien se la llevó. Con qué fin no sé, pero fueron ellos», sentenció Aura, quien espera que antes de que acaben sus días poderla estrechar entre sus brazos. «Somos inseparables».
Actividad
A las 10.00 de la mañana los Colmenares Castillo asistirán al templo Filadelfia, en el sector Belloso, para suplicar a Dios por el pronto regreso de la estudiante.
Voz
Su desaparición fue un golpe muy duro que nos causó mucho dolor y nos sigue doliendo, ya que es una muchacha a quien vimos prácticamente nacer. El día que la secuestraron quedamos bastante impactados, pues yo la vi un día antes de que se la llevaran, caminando hasta la esquina de la calle a comprar hamburguesas».
Omer Luzardo. Vecino de la familia.
DC – LV