Enrique Bencomo, cineasta venezolano, tenía dos días en Nepal cuando sintió que la tierra temblaba bajo sus pies.
Su estadía en el país de Asia meridional, que el 25 de abril experimentó un sismo de 7.9 grados, se debía a la realización de un proyecto para documentar el trabajo de la ONG Shanti Sewa, que ayuda a discapacitados y a personas que requieren asistencia médica en general. Después del terremoto fue necesario cambiar el foco de la historia, y abarcar a toda la realidad nepalí como protagonista.
En el documental participan los mexicanos Carlos Pérez (director), Rodrigo Esquinca (sonidista) y Patricio Cordero (productor). Bencomo se ocupa de la cinematografía. «Estábamos en la zona turística de Thamel. Después del desayuno, queríamos tomarnos un té y fuimos a un quiosco que estaba en la calle. En eso comenzó un ruido bajo y rugiente, duramos como veinte segundos en entender que era un terremoto», cuenta el realizador, que en 2014 estrenó junto a su hermano Fernando su ópera prima Pipí mil, pupú dos lucas.
La reacción del equipo fue moverse hacia un área más abierta, dice. Su razonamiento, como una especie de fórmula lógica, fue que si veían venirse una pared podrían correr hacia un lugar más seguro. «Los edificios se caían a menos de 50 metros de nosotros. No había tanto tiempo para pensar».
El terremoto de Nepal fue calificado como el de mayor magnitud registrado en el país en los últimos 80 años. Además, es catalogada como la peor tragedia ocurrida en la región del Himalaya en una década. Hasta la fecha se contabilizan más de 8.000 fallecidos. El equipo espera estrenar el documental el próximo año en México y Venezuela.
Fuente: DC|EU