Ante la falta de liquidez en las reservas líquidas criollas por la caída del precio del petróleo, el gobierno nacional ha venido echado mano de las reservas, no operativas, para poder tener “efectivo” y así otorgar divisas para la importación de materia prima y productos terminados, y para honrar compromisos de deuda externa, que este año debe desembolsillar 6.400 millones de dólares.
“La situación del gobierno es la de una persona con muchos activos, y ni un céntimo en el bolsillo. Por eso, el país busca liquidar deudas, hace swap (intercambio) de oro”, explicó el economista Daniel Cadenas, profesor en la Escuela de Economía en la Universidad Central de Venezuela.
En menos de tres meses, el Ejecutivo ha retirado de sus reservas 1.900 millones de dólares en derechos especiales de giro (DEG’s) del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha hecho swap (intercambio) de oro por el orden de 1.450 millones de dólares —según cifras de la firma JP Morgan—, para un total de 3.350 millones de dólares en efectivo reunidos.
El economista José Guerra también precisó, recientemente, que el Ejecutivo ya “negoció la acreencia que tenía con República Dominicana por 3.900 millones de dólares, por apenas 1.500 millones de dólares, y ya utilizó los aportes que le dio Citgo (2.000 millones de dólares). Es decir, están rematando los activos para meter la plata en el sistema de control de cambio y allí esa plata no va a tener un uso eficiente”, dijo.
El jueves pasado, Pdvsa confirmó la venta de su participación en la refinería Chalmette en Estados Unidos, como parte de una política de “salir de activos no estratégicos”. La venta total fue de $322 millones; sin embargo, el Ejecutivo no precisó cuánto sería su parte.
Asimismo, el Gobierno espera por el desembolso del préstamo chino por 5 mil millones de dólares y está negociando con la petrolera rusa Rosneft, otro préstamo por $5 mil millones más, según publicó Reuters.
El economista de Bank of America, Francisco Rodríguez, señaló en un informe del 17 de junio, que el préstamo de China “debería aparecer en las reservas del país en algún momento de los próximos dos trimestres, lo cual elevaría la posición del país en cuanto a efectivo”.
“El financiamiento chino es clave para evitar que Venezuela agote sus activos con rapidez en lo que queda del año”, dijo Rodríguez en la nota.
También, el banco de inversión Jefferies LLC, que publicó la semana pasada un informe sobre el tema, indicó que “el país conserva hasta ahora el compromiso de pagar a los tenedores de bonos, pero esta tendencia debe ser monitoreada de cerca a medida que las presiones obligan a seleccionar prioridades entre importaciones y pagos de deuda externa”.
Sin embargo, el economista venezolano Alexander Guerrero aseguró, a través de su cuenta Twitter, que el país se avecina a un default para octubre cuando se vencen los intereses de los bonos de Pdvsa y soberanos.
“Sin dólares líquidos y teóricamente $15.000 millones en oro para pignorar/vender tendrá que volver al mercado de oro en Nueva York/Europa”. En otras palabras, el país deberá regresar el oro al Banco de Inglaterra para hacer operaciones de créditos con garantía de ese oro y obtener efectivo; pues hoy no se puede hacer —en suficiente cantidad— porque el oro está en las arcas del BCV.
En tanto, el banco de inversión Banctrust, cree que la decisión de utilizar los derechos especiales de giro (DEG’s) en el FMI “es muestra del compromiso de pago del Gobierno venezolano”.
Hasta la fecha, el Gobierno no ha dejado de cumplir con sus obligaciones internacionales. Ni siquiera en los días del paro petrolero en 2002 dejó de honrar sus deudas externas.
La situación de liquidez del país es crítica. Según estimaciones de la firma Ecoanalítica estas reservas “en efectivo” se ubican en aproximadamente 300 millones de dólares, cuando Venezuela necesita $4 mil millones mensuales. Esto explica la caída del 70% en liquidación de divisas al sector privado para importar; pues el nivel de efectivo, en reservas líquidas, no alcanza para cubrir ni cuatro días de importaciones.
El resto de las reservas internacionales criollas, el grueso, están en oro (en los depósitos del BCV), en bonos, y en acciones en el Fondo Monetario Internacional. Se calcula que en oro existen unos $15 millardos; sin embargo, la semana pasada trascendió en un informe del BCV que el oro monetario se ubica en $13 millardos al cierre de marzo de 2015. “Fuera de las reservas, en otros activos que tiene el Estado venezolano hablamos de 7.000 millones de dólares. La suma de las dos cosas (reservas líquidas más activos) son cantidades ínfimas que no te amortiguan, que no pueden mejorar el tema de la crisis que está viviendo Venezuela”, señaló recientemente a este rotativo el economista Asdrúbal Oliveros.
En total, las reservas internacionales —resguardadas en las arcas del Banco Central de Venezuela— se ubicaron hasta el viernes 18 de junio en $16.386 millones, lo que representa una caída de 1.279 millones de dólares en 18 días de junio; es decir, el nivel más bajo en lo que va de año, y que se compara con las registradas hace 17 años (1998), según cifras del BCV en su página web.
Las reservas iniciaron el año en 22.076 millones de dólares, lo que significa una merma de 5.690 millones de dólares (26%) en lo que va de año. Y si se compara con el pico histórico de 42.299 millones alcanzados en 2008, la caída es de 61,2%.
“La venta de DEGs (derechos especiales de giro) del FMI deja el camino libre para que las reservas se dirijan hacia $15.000 millones”, sostuvo el economista Henkel García.
A la merma en las reservas en el BCV se le suma que el mecanismo de acumulación de recursos por excelencia de la nación, el Fondo de Estabilización Macroeconómica, (FEM) cuenta en sus haberes con solo $3 millones desde hace más de cuatro años, que representan unos 15 o 20 “minutos” de exportaciones petroleras.
De a poco, las arcas del FEM — que fue heredado por el expresidente Rafael Caldera, y que fue concebido para usarse en momentos de contingencia económica— se fueron achicando y los cambios legales, a través de cinco reformas a su ley, ejecutadas por la Asamblea Nacional, facilitaron su salida de la escena económica criolla. La nueva legislación dio paso a fondos extra presupuestarios que vinieron a sustituir al FEM. Los ingresos que sobrepasaran los $28 millardos pasan a ser reservas excedentarias, y van directamente al Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), desde donde catapultaron buena parte de las inversiones del Estado.
“El mandato constitucional de activar el Fondo de Estabilización Macroeconómica concebido para estabilizar los gastos del Estado ante las fluctuaciones de los ingresos ordinarios no se ha cumplido. En ausencia de este mecanismo amortiguador, la economía venezolana sigue expuesta a los shocks externos que se presentan debido al comportamiento errático del mercado petrolero”, señaló el economista Víctor Álvarez, exministro de Industria en el primer Gobierno de Hugo Chávez.
A esto, el economista Jesús Casique agregó que “la creación del Fonden en el año 2005 fue nefasto para el país. Traspasos efectuados por el BCV de $50 mil millones descapitalizaron las reservas internacionales”. Lo ideal, según Casique, es tener un dólar en reserva por cada bolívar en circulación.
Es decir, el país no ahorró para épocas de vacas flacas, ante una eventual desplome de los precios del petróleo. Tal como sí lo hicieron los demás países petroleros, como Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Noruega, Kuwait, cuyas reservas, las más bajas como en el caso de Irán, superan los 66 mil millones de dólares.
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