Si algo sabe un buen universitario es Luchar. Y el mejor guerrero no es el que triunfa siempre, sino el que vuelve sin miedo a la batalla. Aquí radica la esencia de los líderes universitarios que, venciendo adversidades, a veces incomprendidos y vilipendiados, libran día a día y con tesón, sus luchas, en defensa de los derechos de los agremiados que representan. Malo es en un líder que traicione su compromiso histórico con quienes depositaron en él su confianza. Pero nunca deberá ser repudiado aquel líder que de buena fe, equivoque su estrategia en función de buscar el beneficio de un conglomerado que depositó en él su confianza.
Los universitarios nuevamente estamos declarados en pié de lucha. Exigimos respeto a la Autonomía Universitaria, vulnerada al no poder elegir sus autoridades o con la asignación de cupos estudiantiles de forma inconsulta y sin criterio técnico; reclamamos un presupuesto justo para las universidades que permita el funcionamiento de nuestros laboratorios, bibliotecas, ambientes, servicios estudiantiles; demandamos un salario acorde con nuestro esfuerzo intelectual que nos posibilite ofrecer nuestros conocimientos al País para impulsar su desarrollo, a través de la Docencia, la Investigación y la Extensión y frenar las descapitalización intelectual que se está produciendo, al marcharse a otras latitudes, calificados miembros de nuestro personal docente y de investigación, en búsqueda de mejores oportunidades.
Desde esta modesta trinchera de opinión, expreso de manera categórica mi respeto y solidaridad a la Colega Lourdes Ramírez de Viloria, Presidenta de FAPUV, quien de forma incansable ha defendido los derechos de los profesores universitarios y quien ejerce con absoluta hidalguía, legalidad y legitimidad nuestra representación nacional, al igual que a la Profa. Karelis Fernández de Martínez, Presidenta de APUZ, quien igualmente orienta las directrices emanadas de nuestra organización en LUZ. Mi reconocimiento y gratitud a Julio César Villalobos, Presidente de ASDELUZ y a Alex Angulo, Presidente de SOLUZ, por su tesonero esfuerzo en defensa de los intereses de nuestros empleados y obreros, en la búsqueda de mejores condiciones de vida y de trabajo. De igual modo, a otros expresidentes de nuestras organizaciones gremiales, cuya veteranía es de gran utilidad para nuestros propósitos. Todos ellos, líderes de una gran probidad en quienes podemos confiar y merecen nuestra confianza.
Es tiempo de unidad. Las luchas que los universitarios debemos librar hoy para exigir con justicia nuestros derechos, sólo será exitosa en la medida que fortalezcamos nuestra unidad. No es tiempo de dirimir diferencias entre nuestros líderes gremiales que rompen la unidad de propósitos y nos debilitan. Al contrario, es tiempo de mancomunar esfuerzos y estrategias para alcanzar el éxito.
Rechacemos, de la manera más categórica, las agresiones, amenazas e intimidaciones de que han sido objeto, algunos de nuestros líderes gremiales, por defender y exigir cuanto nos corresponde. La Universidad unida, jamás será vencida.
Reclamemos con firmeza nuestros derechos y dispongámonos luego, a la reconstrucción de nuestra casa de estudios para que ella vuelva a ser candil que alumbre y oriente el progreso y desarrollo de nuestra sociedad.
DC / César Ramos Parra / Profesor Universitario / @cesarramosparra